Quienes se marchan de Omelas de Ursula K. Le Guin es un libro increíble y creo que sólo lo podía escribir alguien como esta autora. No sé que me ha fascinado, que me ha llamado la atención o que me ha dejado sin habla, pero tengo que confesar que paré unas cuantas veces y asimilé lo que acababa de leer.
Ursula K. Le Guin no da puntada sin hilo y es que desde las descripciones más simples tienen una relevancia y una metáfora oculta que tendréis que descubrir o más adelante en vuestra lectura o pasadas unas líneas.
Es un libro crudo y duro capaz de estremecerte y de hacerte cuestionarte todo o casi todo lo que pensabas hasta el momento de muchas cosas.
La traducción de Maite Fernández aporta profundidad a las palabras de Ursula y dinamismo a la historia, como si fuésemos en un caballo mirando todo con cierta perspectiva.
Quienes se marchan de Omelas está escrito en primera persona y Ursula es la narradora de todo lo que ocurre. La autora es como si fuese andando por la calle de este lugar y nos fuese contando lo que ve, lo que siente, lo que sucede, pero en voz alta y de tú a tú.
Encontramos cercanía y lejanía en la forma en la que se va dirigiendo al lector o lectora. Es decir, no es lo mismo cuando habla de los niños o personas invisibles que de los poderosos o de las personas que pueden hacer algo por cambiar ciertas cosas y se quedan calladas o miran hacia otro lado.
Ya os decía que en la última parte de la novela se me habían puesto los pelos de punta , pero es porque no entiendo ese silencio, no entiendo esos gestos contra alguien que no tiene libertad.
He cerrado hace unos días el libro y todavía tengo en mi mente algunas palabras de Ursula que se me han quedado grabadas.
Este libro es tan actual como en 1974 e incluso más y espero que quien se acerquen a la pluma de esta asombrosa autora, pues que no les deje indiferentes, ya que es de esas narraciones que empiezas a leerlo de un modo completamente distinto al que lo terminas.
Un libro indispensable, recomendado y que debería ser lectura obligatoria en los institutos.