La vida te puede cambiar en un solo instante, que se lo pregunten a Marcel. Primero fue Camille, luego la llamada del abogado de su padre comunicándole su fallecimiento. La noticia le proporciona la excusa para preparar una maleta y marcharse unos días. A lo mejor alejarse de los problemas le ayuda a saber cómo enfocar el futuro. Aunque eso incluya volver al pueblo que lo vio nacer y al que hace veintisiete años que no visita.
La vida te puede cambiar en un solo instante, que se lo digan a Sara. Hace cinco años su vida se partió en dos; después de aquello tuvo que reinventarse. Por suerte, en su camino se cruzó al hombre con el corazón más grande que nunca conocería. Pero ahora ha muerto y su futuro vuelve a tambalearse.
Estoy enamorada de la pluma de Dona Ter. Su anterior novela me dejó tambaleándome y sin saber que decir, así que imaginad mis nervios al leer esta nueva novela. Sara en primavera es otra vuelta de tuerca a la forma de narrar, de contar historias e incluso los personajes se alejan de lo que la autora nos tiene acostumbrados.
Se nota que esta novela ha sido todo un reto, pero la ha salido a las mil maravillas.
Es una novela especial y se nota desde que empiezas a leerla.
En Sara en primavera he podido deleitarme con el simple hecho de desayunar, con el simple gesto de caminar con los caballos o con el sonido de una tormenta. Se me ha metido en las fosas nasales el olor a cuero, mar...
He disfrutado de los silencios, aunque al principio eran densos e incomodos, para luego conventirse en algo mágico y bonito.
No sabía que me iba a encontrar de dos personajes tan dispares, tan diferentes, pero al mismo tiempo rebosantes de recuerdos suyos, prestados, complejos y ha sido una historia triste, dura, pero al mismo tiempo repleta de luz, aunque al principio sólo se ve ligeramente.
Sara es especial, ellaes un personaje con tantos recovecos y tanto misterio que es como una sirena, que al lector va conquistando.
Marcel es de esos personajes que al principio no le entiendes, pero conforme vas conociendo te va enamorando.
De los secundarios, me gustaría quedarme con el padre de Marcel, incluso con su voz que nos guía y con el párroco.
Otra vez no puedo etiquetar una novela de Dona Ter, pero en eso radica toda su belleza y magia.