El lunes, ese odiado día de la semana. Los lunes suelen ser hastíos, duros y nos dan una percepción lejana del fin de semana. Pocos son los que soportan con optimismo los primeros momentos potsdepertador de este día. Cada cual tiene sus trucos para sobrellevarlos. A mí me gusta entrar en el blog de Sopa de Poetes y refugiarme en 'Los lunes de Anay'. Desde hace años la poeta Anay Sala colabora en el blog del colectivo poético de Sopa de Poetes. Su aportación es sencilla: un poema y una canción. Simple, ¿verdad? Y sin embargo, totalmente reconfortante.
Leer 'Los lunes de Anay' significa empezar el día y la semana sintiendo, por lo tanto, recordándonos que estamos vivos. Emocionarse, incluso antes de desayunar, quizá sea la mejor forma para enfrentarnos al sueño, al frío y a la rutina que poco a poco nos va haciendo viejos.
Pero no solo es importante comenzar bien el día, también hay que seguir manteniendo ese bienestar. La felicidad pocas veces llega si no la buscas y buscando es como encontré el blog del periodista y poeta Rodolfo Serrano, padre, también, del cantautor Ismael Serrano. El señor Serrano no falla ningún lunes. Tarde o temprano acaba publicando un poema escrito por él mismo.
Rodolfo Serrano es un poeta de los de verdad, de los que desnuda el alma en cada poema y arranca la ropa en cada verso al lector. Hiere, es punzante, pero también sabe ser indulgente cuando es necesario.
Anay Sala y Rodolfo Serrano nos regalan protección los lunes. Sabemos que estarán ahí, que llegaran puntuales a la cita y, seguramente sin querer, nos harán pagar un maravilloso precio por estar vivos, por aún y pese a todo, sentir. Los lunes nos darán cobijo entre sus versos para que tengamos un poquito más de valor a la hora de seguir hacia delante en nuestro camino. Los encontraremos perdidos por la red como si fueran insignificantes, tan solo dos nombres que firman entradas en un blog, y sin embargo, leer sus nombres nos proporciona la paz de las pequeñas cosas. Las importantes.