[Opinión] Mentes Criminales, a la deriva
Amaia Ceinos 2 noviembre, 2013 0
Cuatro episodios emitidos, en España que en Estados Unidos llevan dos más, me han bastado para que un año después vuelva a amenazar con dejar una de las series con las que solía disfrutar, Mentes Criminales. Desde la sexta temporada, con todo el hilo argumental de Emily Prentiss (Paget Brewster), apenas han habido episodios buenos, de hecho la agente volvió en la séptima temporada que fue floja, pero la octava lo fue aún más sin episodios reseñables en mi opinión.
Sí, finalicé la temporada octava pero creo que fue por las ganas de ver a Joe Mantegna y Shemar Moore y por tradición más que por otra cosa pero esta vez no me va a temblar la mano porque el episodio que emitió anoche mismo AXN fue terrible. Hacía tiempo que no veía un capítulo tan malo de Mentes Criminales o tal vez sí pero mi memoria lo haya borrado porque ya ni suelo acordarme de cuál emitieron la semana anterior.
Desde que Erika Messer tomó las riendas de la serie en la temporada sexta, esa fue la última buena temporada para mí de la serie y más que nada por lo que comentaba de la trama de Prentiss y su pasado, más interesante que muchos de los casos con los que el BAU tuvo que lidiar. Las historias son muy rebuscadas en ocasiones, y sigo pensando que hay muchos miembros del reparto para tan poca posibilidad de darles frases porque el tiempo de pantalla lo tienen que compartir con el sudes, es decir, el sujeto desconocido, y sus maldades.
Pero, no es lo peor que haya veces que algún actor tiene dos frases en 42 minutos, no, lo peor es esa manía que les ha entrado con resolver las cosas desde el puñetero, sí puñetero, ordenador de la analista Penelope Garcia (Kirsten Vangsness). Siempre ha sido importante para el equipo, obviamente, que Garcia saque información de a saber dónde para conocer direcciones, relaciones entre víctimas y las fotos de los sospechosos, pero de ahí a que se resuelva un caso solamente por ello va un trecho. La investigación y el tecleo no están reñidos pero de ahí a que lo segundo se coma al primero…
Y, de ahí voy al cuarto episodio de la novena temporada. Ese horrible capítulo escrito por la propia Messer en la que se introduce al nuevo jefe que parece tener algo secreto con un miembro femenino de su equipo (sea amoroso o no) en el que el sudes se deja literalmente coger y en el que la idea de que se usara una ficha con letras para que una víctima se pudiera comunica se me ocurrió a mí antes que a la guionista (Breaking Bad me vino a la memoria, claro).
Es lo que pasa con las series que alargan más de lo debido pero como la audiencia cuenta para bien o para mal el chicle se estira y se estira y se vuelve a estirar. Y claro, da pena dejarlas porque al fin y al cabo te has pasado parte de tu vida siguiéndolas.
Pero la paciencia tiene un límite y la mía con Mentes Criminales está cercana a su fin, con permiso del episodio 200 en el que vuelve Prentiss en flashbacks y que no pienso perderme. Porque preferir revisionar la serie y disfrutar como antes a ver episodios nuevos es una clara señal de hartazgo y eso es lo que me pasa hace, como digo, mucho tiempo.
[pinit]