No nos engañemos amigos, lo peor y lo mejor de la Gala de los Goya son un espejo en el que se refleja lo mejor y lo peor de nuestra propia sociedad. Que la ceremonia fue muy floja es indudable, pero más allá del espectáculo en sí que estuvo desestructurado (Serrat, magia, tamborrada.... ?¿?¿?) y que algunas actuaciones se emitieron en diferido (algo que está muy de moda), prefiero analizar los comportamientos y gestos de los asistentes.
Porque la cultura española está presente en todos sus poros como si nos hiciéramos un psicoanálisis de más de tres horas. Es muy español lo de quejarnos y adornarlo con una ironía ó utilizar el sarcasmo aunque a veces sea de mal gusto; también lo es perder la educación ó posicionarnos hasta la extremidad en un lado u otro. Dani Rovira y Antonio Resines fueron una buena muestra.
También es muy nuestro emocionarnos cuando una persona mayor apenas puede hablar por un reconocimiento o unas palabras de cariño, tal y como vimos con Antonia Guzmán ó Mariano Ozores. Los más veteranos nos siguen dando lecciones y siempre les escuchamos con atención.
Y es que somos un pueblo que se mueve por las emociones, que siempre está abierto a sonreir incluso cuando vienen mal dadas como demostró la directora Paula Ortiz al lograr únicamente dos premios con "La novia". Somos generosos, tanto, que a veces nos pasamos de tiempo agradeciendo a familiares, amigos y compañeros su apoyo. A veces hasta regalamos un Goya como hizo Bayona con el que recibió por "Lo imposible" hace unos años.
¡Nos encanta criticar! Los Goya a los políticos, el público a los Goya, los políticos a los actores, y seguro que a nosotros nos ha pitado el oído más de una vez. Pero va en nuestro gen, o nos queremos o nos odiamos. Somos intensos y cabezones como el premio que se entrega. Pero ojo! que nadie de fuera critique lo nuestro porque sacamos las garras aunque tengamos que utilizar muchas veces eso de "fuera les encanta nuestro cine" para justificar que es realmente bueno.
Somos como somos y que nadie nos cambie. Los Goya el año que viene volverá a ofrecernos una estrepitosa Gala que disfrutaremos poniéndola "de vuelta y media" y seguiremos sintiendo que no podía ser de otra forma, porque es nuestra.
José Daniel Díaz