Opinión: ¿por qué no tiene éxito el cine de Takahata?

Por Ackmanu

Reconozco que quería esperarme a que se aclarara el futuro de la edición española en Blu-ray de Recuerdos del ayer. Pero en vista de que el futuro de esta edición está en entredicho –algo impensable en un título de Hayao Miyazaki– he decidido no esperar y compartir con vosotros este pensamiento. ¿Por qué el cine de Takahata gusta tan poco en España? De hecho, me atrevería a decir, ¿por qué gusta tan poco en Occidente? Seguro que hay honrosas excepciones –como Francia– y estoy convencido de que a vosotros os gusta el cine de Takahata y tenéis amigos a los que también. Pero, reconozcámoslo, no somos una cifra a tener demasiado en cuenta, visto lo visto.

Es innegable que el cine de Takahata es muchísimo más versátil que el de su colega Hayao Miyazaki. Aunque ambos tienen unas señas de identidad evidentes, Takahata parece más capacitado para afrontar trabajos con distintas idiosincracias, de géneros completamente distintos y que, en parte, le obliguen a reinventarse como profesional. Haciendo un breve repaso por su filmografía en el Studio Ghibli, Takahata ha adaptado una novela sobre la Segunda Guerra Mundial, un manga para chicas sobre las peripecias de una muchacha durante su infancia en la década de los 1960, una historia original –basada en una idea de Hayao Miyazaki– y un manga de tiras cómics de humor cotidiano. De buen principio son obras muy distintas entre sí, aunque con un denominador común: la enorme sensibilidad que tiene Takahata como animador y su compromiso por realizar un trabajo excelente, aunque en ocasiones pueda no parecerlo.

Queda claro también que el público potencial de Takahata es más adulto que el de la mayoría de títulos del Studio Ghibli. Sobre La tumba de las luciérnagas no hace falta argumentar mucho. Si queréis traumatizar la niñez de alguien, ponerle la película. Es infalible. La versión animada de Recuerdos del ayer, a pesar de estar basado en un manga shojo, gracias a los cambios que aporta el director, logra convertirla en una película para adultos. Y Mis vecinos los Yamada podría confundir a la gente por el dibujo, pero también es un producto para gente un poco más mayor. La excepción podría ser Pompoko, un título dirigido para toda la familia.

Pero parece que las virtudes de Takahata –me he limitado a destacar dos de las muchas que tiene– no han calado. Quizá porque sus películas se centran en temas no o muy comerciales, quizá porque vive a la sombra de Isao Takahata o simplemente porque se dedica a dirigir "dibujos animados" y el público al que pueden ir dirigidas sus obras las ven con escepticismo. Desde este humilde rincón, os invito a que le deis una oportunidad al cine de Isao Takahata. Tanto a las películas realizadas para Studio Ghibli –que recomiendo– como a las anteriores –asignatura pendiente del que escribe, lo reconozco–. No os esperéis un "rival" del cine de Miyazaki, sino un complemento de lo que las películas de este no pueden ser.

Por último me gustaría recomendar la lectura de este artículo titulado Guía práctica para adorar a Isao Takataha, de Studio Ghibli escrito por Chibisake para el blog Deculture en el que también se destaca la obra de este genio de la animación japonesa.