[Opinión] Posiblemente será recordada como la mejor serie jamás creada

Melania Morillo 14 octubre, 2013 0

Los lunes han vuelto a ser lunes a secas. ¿Qué por qué? Porque no ya no son lunes de Breaking Bad. Dos semanas sin la serie de la AMC y todavía los seguidores de la misma seguimos en shock tras ese final. Un final en el que Vince Gilligan y compañía cumplieron con las expectativas logrando encumbrar a Breaking Bad como una de las mejores series de la Historia de la Televisión (pese a que muchos no compartan mi opinión) .

El drama de la AMC nos ha introducido en el universo del narcotráfico gracias a la historia de Walt, un tipo corriente que se dedica a impartir química, casado con dos hijos y una vida ordinaria que pasa de ser el prototipo de padre de familia a ser el prototipo de un villano despiadado y sin escrúpulos. Con el paso de las temporadas hemos sido testigos de cómo Walt iba cayendo en una espiral de degradación y maldad mientras se nos ponían en duda nuestros principios y moralidad consiguiendo que la trama te acabe involucrando de tal forma que al final acabas cuestionándote cosas como ¿haría yo lo mismo? ¿de veras sus actos están justificados? ¿Es Walt una mala persona?.

La historia está pensada al mínimo detalle donde todo tiene relevancia y nada ocurre por casualidad. El guión al que solo se le puede calificar como masterpiece –y sería quedarse corto-, tiene como punto fuerte los diálogos los cuales algunos de ellos serán difícil de olvidar. Como valor añadido, Breaking Bad goza de otra gran baza: el apartado técnico. El equipo que conforma la serie se ha arriesgado con planos impensables cargados de tensión y maestría técnica que son el disfrute de cualquier amante de la televisión. De la televisión y del cine pues no son pocas las escenas que nos recuerdan a películas tan grandes como Pulp Fiction, El Padrino o El precio del poder, tal y como nos contó nuestra compañera María en esta increíble entrada . Es destacable (y de carácter imperdonable no hacerlo) alabar el gran trabajo interpretativo que sus actores han realizado estos últimos cinco años. Desde el conocido Bryan Cranston al que todo conocíamos como “el padre de Malcom” al desconocido Aaron Paul, el cast que conforma la serie es sencillamente brillante.

Además de todo esto, otro de los motivos que encumbran a Breaking Bad como una de las grandes es el contenido social que se esconde tras la trama de Heissenberg y compañía. Lo que lleva a Walter a convertirse en una sombra de sí mismo, es en un principio, la desolación y desesperación de verse totalmente perdido en un sistema que ni lo protege ni lo ayuda. Hay que recordar que Walter tomó la decisión que tomó para salvar a su familia de la ruina y que incluso estuvo dispuesto a morir para no dejarles sin nada ya que el tratamiento contra el cáncer tiene tanto coste en Estados Unidos que un hombre de clase media no se lo puede permitir. Creo que la crítica al sistema sanitario norteamericano es bastante clara ¿verdad? Otra denuncia social que hace la serie de Vince Gilligan es el abandono que los drogacdictos sufren por parte de la sociedad, representado por ese Jesse del principio al que su propia familia despreciaba o cómo todos tenemos aun una visión digamos sexista sobretodo cuando las voces se alzan contra Skyler y su comportamiento (algo que servidora no entiende ya que para mí ella es uno de los personajes que actúa más en consecuencia a su situación).

En definitiva, ya sea por el guión, la trama, la calidad técnica, interpretativa o la denuncia social Breaking Bad es el ejemplo perfecto de cómo deberían ser los productos televisivos en la actualidad. Una serie inolvidable que en un futuro será recordada como “posiblemente la mejor serie jamás creada”.

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