Sobra decir que si no has visto la temporada no sigas leyendo.
Hace unas semanas que Showtime emitió el final de la segunda temporada de Homeland por lo que ya es hora de hacer un balance como ya hice de la season finale. Antes de decir nada más afirmo que me ha gustado la temporada, aunque con más de un pero.
La primera entrega me pareció mucho mejor porque empezó asentando la historia poco a poco hasta llegar al cuarto episodio y no parar. Pero la segunda, en cambio, empezó muy bien para tener un bajón muy grande en el aburridísimo tercer episodio (hay que decir que lo mejor del mismo fue el discurso de Morena Baccarin)
Después, episodios más interesantes que otros, algunos realmente buenos, otros con bastante relleno. No es que Homeland sea lenta, pero parece a veces que tienen que rellenar y echan mano de lo primero que se les ocurre. Mi mayor pega, pensándolo fríamente, son todas esas relaciones amorosas de la temporada. El juego del gato y del ratón de Carrie (Claire Danes) y Brody (Damian Lewis) estaba bien en la primera temporada y también en el cuarto episodio de la segunda pero esa relación no es sana y han querido explotarla hasta el final, nunca mejor dicho.
¿Más peros? El interrogatorio a Roya (Zuleikha Robinson) que no dio nada de sí y que espero que retomen en la tercera temporada aunque, después de la bomba, lo mismo ha volado ella también si estaba en la sede de la CIA (sería la segunda vez que la pobre Zuleikha vuela así sin comerlo ni beberlo en una serie).
Pero, sobre todo, cómo se resuelve lo de Abu Nazir (Navid Negahban). ¿En serio que después de tener al malo a tiro y después rodeado acaba él entregándose porque le da igual morir? Eso me lleva a pensar en que hay alguien más poderoso por encima y que sabía que el daño estaba hecho porque la bomba iba a explotar. Pero qué valiente él, pegando a una chica y huyendo después de haber estado escondido en un pequeño habitáculo para acabar de rodillas importándole todo nada. Vamos, que la resolución me defraudó mucho. Un poquito más de tensión y algo de acción hubiese venido muy bien.
Podría mencionar también la historia de Dana (Morgan Saylor) a quien defiendo en parte porque la actriz hace muy bien su papel pero se les fue de las manos más que nada porque si la intención de los guionistas, como les he leído decir, era demostrar cómo Dana y su padre se distanciaban, no tenían que haber dado tanta vuelta con el hijo del vicepresidente.
A pesar de todos esos peros, me ha gustado la segunda temporada, menos que la primera insisto, que ha tenido cosas muy buenas como varias escenas entre Carrie y Saul (Mandy Patinkin), las persecuciones por el Líbano, el episodio del interrogatrio de Brody o cuando Carrie le dice que sabe que es un terrorista en el hotel y le pillan, por citar algunas. Además, hemos dicho adiós al odioso David Estes (David Harewood) y descubierto a un personaje realmente bueno, Peter Quinn (Rupert Friend) que parece que seguirá en la tercera entrega.