Yo no sé porque se hacen tantas “encuestas de satisfacción” de todo lo existente y ¡nunca nadie le pregunta a las madres! Las encuestas de satisfacción revelarían nichos de oportunidad bárbaros para implementar mejores si tan sólo se molestaran en preguntarnos las cosas a nosotras. Las madres tenemos respuesta a todo, consejo para todo y una manera distinta de ver las cosas.
Un ejemplo: si a una mujer de 18 años le hacen una encuesta de satisfacción sobre el diseño del avión en el que realizó su último viaje seguramente contestaría a todo que está “medianamente conforme”.
Si a una madre- en este caso yo- me preguntaran el estado de satisfacción sobre el diseño del avión en el que realicé mi último viaje creo que le daría un suspenso a todas las preguntas.
Es así como he llegado a detectar áreas de oportunidad. En los tiempos que corren se requiere de creación de trabajos. En los tiempos que corren, con toda la tecnología que existe, resultan reprobables ciertas cosas.
¿Por qué es necesario viajar como sardinas enlatadas en un espacio en donde no se pueden ni estirar las piernas?¿Por qué nadie se ha quejado de esto? La gente se queja por que haya piojos, porque no te dejen subir tres bolsos de souvenirs y el sombrero mexicano a bordo, porque cobren la comida pero sobre el espacio nadie dice ni mú. Nos hemos acostumbrado.
Ahora siendo madres la cuestión es el no va más. Ahora además del espacio reducido tenemos que compartirlo con nuestros hijos. Eso o pagar más.
Así que ¡basta ya hombre! Hoy vengo a quejarme. Ante ustedes padres y madres del mundo. Luchemos por la igualdad de espacio, porque los miembros de nuestro cuerpo no se adormezcan por falta de circulación, por tener un viaje digno.
Es así como propongo que se cree la figura de “la azafata monitor”.
¡Nena ni pongas esa cara que con la que está cayendo sería una ”oportunidad laboral”!
Esa amable persona que además de ponerte un “bloody mary”, le entregue unas alas de piloto a tu minibestia, una caja de pinturas,la coja de la mano, se la lleve a pasear avión arriba-avión abajo y que en la parte de atrás de la cocina del avión extienda una manta y se imparta un “curso de altura”. ¿Que acaso no existen curso de verano, de modelado, de cositas handmade, cooking para niños? ¡Pues eso! Emprendedores del mundo. Crear entretenimiento para niños en el avión.
Se los aseguro. Se forrarían. Y harían a madres exiliadas como yo mucho más felices y sin que se nos pongan los pelos como escarpias cada vez que oimos “viajes trasatlánticos con niños”.
Lo sé. Debo de poner mis ideas en práctica en lugar de regalarlas para que alguien más las implemente. Pero si un emprendedor me escucha y quiere poner “manos a la obra” y hacer que este servicio este listo para mi vuelta a España directamente me comprometo a no cobrar derechos de autor. La moneda está en el aire…..¡por favooor alguien escúcheme!