Imagino que se nota, pero disfruto enormemente escribiendo en este blog. Escribir de forma regular no solo contribuye a mantener viva mi disciplina, tan necesaria para el desarrollo y el sostenimiento de esos hábitos de los que tanto hablamos los profesionales de la efectividad, sino que me asegura también mantener activos una serie de círculos virtuosos muy importantes para mí.
Por ejemplo, tener que escribir me asegura dedicar regularmente parte de mi atención y de mi energía mental a seguir aprendiendo y a reflexionar sobre lo aprendido, a fin de poder seguir generando contenidos para el blog. Esa necesidad de aprendizaje y reflexión activa tiene muchos efectos positivos, uno de los cuales es potenciar mi creatividad, que en paralelo [re]activa mi sentido [auto]crítico. De todo lo anterior surge la necesidad de compartir esas nuevas ideas, aprendizajes y reflexiones, es decir, refuerza el deseo de escribir.
Al margen de lo anterior, estoy muy satisfecho con este último año del blog. Creo que he logrado consolidar la «regularidad equilibrada» que llevaba tiempo buscando. Esta regularidad equilibrada es importante para mí porque me permite mantener un ritmo suficientemente vivo y constante de publicación sin necesidad de «robar» atención a otras áreas de mi vida. Este año lo he conseguido.
Han sido 75 entradas más, que totalizan 675 desde los orígenes del blog. En cuanto a suscripciones, una aumento considerable en este último año. En feedly, he pasado de los 3.600 suscriptores del año pasado a unos 4.100 en el momento que escribo este post (+14%). Esta cifra, sumada a los aproximadamente 1.000 suscriptores por email y a los otros 2.000 que me da el plugin de WordPress basado en visitas totaliza unos 7.000 suscriptores, lo que representa cerca de un 43% más que el año pasado.
Las visitas al blog también han experimentado un aumento muy significativo, en parte probablemente debido al aumento de suscriptores, pasando de las 140.000 del año pasado a 172.000 (+23%). También sube de forma notable el número de páginas vistas, que ha pasado de 430.000 a 520.000 (+21%). Estoy realmente impresionado y enormemente satisfecho con la progresión de todos estos indicadores.
En cuanto a contenidos, este año que terminado de desglosar el libro «Haz que funcione» de David Allen y también he dedicado una serie completa, bajo el hashtag #cienciaGTD, al paper publicado en 2008 por Francis Heylighen y Clément Vidal «Getting Things Done: The Science behind Stress-Free Productivity» sobre los fundamentos científicos de GTD.
También este año he comenzado a compartir algunos elementos de OPTIMA3, una metodología de segunda generación que comparte principios con GTD e incorpora los avances más relevantes de los últimos años en efectividad personal. Esta metodología de vanguardia continúa evolucionando a muy buen ritmo a través de dos líneas de trabajo paralelas, «OPTIMA3 framework» y «OPTIMA3 system», y mi intención es seguir compartiendo información por aquí de forma regular y, en algún momento, publicar un libro (o dos) al respecto.
Para el año que viene mi intención es seguir escribiendo cada vez más sobre efectividad, tanto personal como organizativa. Eso sí, quiero abrir el círculo, incorporando otros elementos que juegan y van a jugar un papel claro en la mejora de esta competencia clave para el siglo XXI como, por ejemplo, la comunicación efectiva, sobre la que ya he escrito algo. Espero además que, por fin, pueda hacer realidad ese cambio de «look» del que ya he hablado muchas veces, y que he tenido que posponer en numerosas ocasiones debido a cambios de planes (para que luego digan los amantes de la planificación). Aparte de ser un «look» común para todos los blogs de la red OPTIMA LAB, es mucho más limpio y moderno que el actual, así que creo que te gustará.
Por mi parte solo queda darte una vez más las gracias por estar ahí, contribuyendo a dar sentido y a enriquecer este proyecto. Un fuerte abrazo!
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