¡Buenos días, mi Señor y mi Dios! Agradezco tu fiel cuidado durante la noche y por permitirme contemplar la luz de un nuevo día. Te alabo por tu presencia constante y por las bondades que derramas en nuestras vidas.
Padre amado, confío este nuevo día en tus manos sabias y amorosas. Sé que en tu poderosa providencia encontraremos ayuda y protección, por eso te doy infinitas gracias.
Señor, anhelo tu cercanía en esta mañana, pues en ti encuentro las fuerzas para afrontar cada desafío. Reconozco que contigo, aun en los momentos difíciles, hay paz. Tú eres nuestro sostén constante y nuestra guía perpetua. Deseo estar atento a tu voz y vivir en obediencia a tus mandatos.
Mi Elohim, deposito todas mis peticiones y anhelos en tus manos, confiando en tu fidelidad y amor inagotable. Sé que este día será grandioso porque tú estás conmigo. En ti confío eternamente, pues eres el Padre amoroso que vela por mi bienestar. Te doy gracias por tu amor sin límites. Con valentía enfrentaré los desafíos de este día, sabiendo que todo estará bien bajo tu cuidado.
Padre celestial,
Me inclino en adoración y alabanza delante de ti en este momento sagrado. Me cubro con la preciosa sangre de tu Hijo, Jesucristo, como mi protección mientras me acerco a ti en oración. Entrego totalmente y sin reservas cada área de mi vida a ti, rechazando toda influencia y obra de Satanás que pudiera obstaculizarme en este tiempo de comunión contigo.
En el poderoso nombre de Jesús, comando a Satanás y a sus demonios que se aparten de mi presencia. Que la sangre de Jesucristo los aleje y proteja este espacio para la comunión con mi Dios.
Padre celestial, te adoro y te doy gracias por tu amor eterno y tu fidelidad constante. Reconozco que eres digno de recibir toda gloria, honor y alabanza. Renuevo nuestra lealtad a ti y te ruego que el Espíritu Santo me guíe y dirija en este tiempo de oración.
Te doy gracias, Padre celestial, por tu amor incondicional que me ha amado desde la eternidad pasada. Agradezco profundamente el sacrificio de tu Hijo, Jesucristo, quien murió como mi sustituto para redimirme. Gracias porque a través de él he sido perdonado y justificado, y tengo vida eterna en ti.
Padre celestial, abre mis ojos para que pueda ver la grandeza de tu amor y tu disposición para este nuevo día. En el nombre de Jesucristo, tomo mi lugar con él en los lugares celestiales, donde todo principado y poder está sometido bajo mis pies.
Reclamo la victoria que Jesucristo ganó en la Cruz sobre toda obra de Satanás, y declaro que todos los poderes y fuerzas malignas están sujetos a mí en el nombre de Jesús.
Agradezco por la armadura espiritual que me has proporcionado, y la pongo en este día. Me ciño con el cinturón de la verdad, me cubro con la coraza de justicia, calzo mis pies con el evangelio de la paz, me protejo con el casco de la salvación, levanto el escudo de la fe y tomo la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
En completa dependencia de ti, Santo Espíritu, vivo y oro con esta armadura puesta, resistiendo todo ataque del enemigo.
Padre celestial, agradezco por la victoria que Jesucristo obtuvo sobre todo principado y potestad, y reclamo esa victoria para nuestravida hoy. Rechazo toda insinuación, acusación y tentación de Satanás.
Afirmo que tu palabra es verdadera y elijo vivir en obediencia a ti. Te pido que me muestres cualquier área de nuestravida que no te satisfaga, y me capacites para vivir en tu voluntad.
Por fe, me despojo del hombre viejo y me revisto del nuevo hombre en Cristo. Me someto a la obra del Espíritu Santo en nuestra vida, permitiendo que limpie toda vieja naturaleza y me llene de su amor, su poder y su templanza.
Rechazo y resisto todos los esfuerzos de Satanás para robarme la voluntad de Dios, y me entrego completamente a ti como un sacrificio vivo. Decido no conformarme a este mundo, sino ser transformado por la renovación de nuestra mente, para que pueda conocer y seguir tu voluntad perfecta.
Gracias, Padre celestial, por equiparme con armas espirituales poderosas para derribar fortalezas y resistir al enemigo. Rompo todo plan y toda obra de Satanás en nuestra vida, y declaro que soy más que vencedor en Cristo Jesús.
Que tu Espíritu Santo llene nuestra vida hoy, derribando todo ídolo y echando fuera todo enemigo. Te agradezco por tu voluntad expresada en tu palabra y reclamo toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo Jesús.
En el nombre de Jesucristo, me entrego a ti por completo y te ruego que me guíes y dirijas en este día. Que tu voluntad se haga en nuestra vida y que yo pueda vivir para glorificarte en todo lo que hago.
Padre celestial, en este nuevo día me postro ante ti con gratitud en el corazón. Te agradezco por escuchar nuestro clamor cada mañana y por todas las veces que has respondido mis oraciones a lo largo de nuestra jornada contigo. Tu fidelidad es incomparable y digna de alabanza.
Dios bondadoso, nuestro corazón rebosa de gratitud al saber que siempre estás atento a nuestra voz. Es reconfortante saber que puedo acudir a ti en cualquier momento, sin importar la situación que atraviese. Tú, Señor, estás ahí, escuchando cada susurro de nuestra alma, comprendiendo mis anhelos más profundos.
Señor, qué maravilloso es saber que tu presencia me acompaña a cada paso, tanto en la luz del día como en la oscuridad de la noche. Gracias porque nunca me abandonas, sino que permaneces a nuestro lado, trayendo consuelo y claridad a mis pensamientos en medio de la confusión y la incertidumbre.
Padre amado, anhelo vivir en conformidad con tu voluntad. Te ruego que me guíes y me ilumines en este día, para que pueda discernir tu propósito para nuestra vida y caminar en él con determinación y obediencia. Que cada acción, palabra y pensamiento estén alineados con tu perfecta voluntad. En tu nombre Abba padre
Padre celestial, en este nuevo día me postro ante tu presencia con humildad y gratitud en el corazón. Te alabo y glorifico por todas tus bondades y por el inmenso amor que derramas sobre mí día tras día. Reconozco que sin ti nada soy y nada puedo hacer, por eso te pido que me acompañes y guíes en cada paso que dé.
Señor amado, anhelo mantener nuestra vista puesta en ti en todo momento. Te ruego que dirijas mis pasos y me concedas sabiduría para discernir tu voluntad en medio de cada situación que enfrente. Reconozco que hay muchas decisiones que debo tomar a lo largo de este día, y por eso te pido que me concedas la sabiduría necesaria para actuar siempre bajo tu dirección.
Padre celestial, nuestro mayor anhelo es ser más como Jesús cada día. Te pido que me enseñes a ser más amable con los demás, a expresar mis opiniones con respeto y aprecio, de manera que aquellos que me rodean puedan percibir tu amor a través de mis acciones y palabras.
Confío en ti, Señor, todas las tareas que debo realizar hoy. Te pido que me ayudes a no estar ansioso por las cosas que debo hacer, sino a confiar en tu provisión y a ser eficiente en el uso del tiempo y los recursos que me has dado. Permíteme ser un ejemplo de servicio amoroso para los demás, sirviendo con diligencia y entrega, como una ofrenda para ti.
Ayúdame también a bendecir a nuestras familias, mis hermanos en Yeshua Hamashia, mis amigos, mis vecinos y mis compañeros de trabajo con mis palabras y acciones. Permíteme tratar a todas las personas con amor y compasión, reflejando tu corazón en todo lo que hago. Que vida brille para tu gloria en este día y siempre.
Aunque la oscuridad se cierre a nuestro alrededor, no temeré, Ruaj Hakodesh de Dios, porque sé que incluso en la noche más densa, el amanecer está por llegar y tú pronto nos regalarás tu luz a través del sol.
Padre celestial, en este nuevo día te pido que brilles a través de nuestras vidas para que pueda alcanzar a otros con tu luz y tu amor. Que mi corazón esté cerca del tuyo, ansioso por reflejar tu bondad y tu gracia en todo lo que hago. Acompáñame en cada momento, Señor, y guíame en todas mis acciones para que pueda aferrarme a ti en medio del trajín diario. Que nunca olvide que cuento contigo en cada situación que enfrento.
Señor, quiero dar importancia a lo que es importante para ti. Que todas nuestras acciones y palabras sean un reflejo de tu amor y tu verdad en este día. Guíame y ayúdame, Padre, para que pueda vivir en conformidad con tu voluntad y glorificar tu nombre en todo lo que hago.
En este día, quiero abrazarme a tu presencia y a tus promesas. Ayúdame a enfocarme en tu Palabra y en lo que tú dices sobre mí, sobre mi familia y sobre nuestras situaciones. Que mi corazón esté abierto para recibir el ánimo y el consuelo que solo tú puedes dar. Que tu voz resuene en mi interior a lo largo del día, recordándome que estás conmigo y que puedo confiar en tu fidelidad en todo momento.
Quiero regocijarme en ti, Señor, y recordar todas las bendiciones que nos has concedido a mí y a mi familia. Tú has sido fiel y misericordioso en todo momento, y por eso quiero mantener mis ojos puestos en ti y seguir el camino que has trazado para mí. Dame las fuerzas y la determinación para vivir para ti y cumplir tu voluntad en este día y siempre. Te amo, Señor, y confío en tu dirección en mi vida. En tus manos me entrego hoy y por siempre.
Tú eres el Dios del día y de la noche, por eso mi clamor no cesa en ningún momento, porque sé que en esta hora me escuchas.
Si me has guiado hasta aquí, por favor, atiende mis peticiones y no las desoigas, pues confío en que tus copas celestiales están rebosantes con mis ruegos.
Por favor, atiende y concede mis deseos si están alineados con tu voluntad, y si no, guíame por el camino correcto para que no me desvíe.
Gracias, amado Padre, porque sé que tu obra nunca cesa. Puedo sentir tu presencia en esta hora, cuando el mundo parece detenerse, pero tú continúas obrando en favor de los que creen.
Por la mañana, me permites ver tu gloria, Ruaj Hakodesh, y tu luz penetra incluso los lugares más oscuros para recordarnos que en ti encontramos una esperanza abundante.
Gracias por este maravilloso regalo, un nuevo amanecer que renueva en mí la certeza de tus promesas sobre mi vida.
Tu palabra me sustenta y aclara mi mente cuando las circunstancias intentan confundirme.
En este día, declaro tu bendición abundante y sobrenatural sobre mi vida. Todas mis obras serán para glorificar tu nombre. Guíame, oh Dios mío, porque no quiero dar un solo paso sin tu dirección.
Si me equivoco, dame la oportunidad de corregirme y líbrame del orgullo y la soberbia, pues son camino de muerte y engaño para el hombre.
Pero yo, Ruaj Hakodesh, escucho tu palabra y me preparo para toda buena obra en Cristo Jesús, nuestro Dios, quien nunca conoce la derrota y permanece fiel ante aquellos que reverencian su santo nombre.
Bendigo tu presencia en este nuevo día, Señor, mi consolador. No daré un solo paso si no vas conmigo, porque mis obras serían vanas sin tu dirección.
Desde que te conocí, comprendí que solo tú puedes dar sentido a la vida del hombre, y solo tú conoces el bien que le conviene.
Me declaro completamente dependiente de ti, oh Padre amado, y confieso que solo contigo a mi lado, mis días pueden ser prósperos.
Guíame para rectificar los errores del pasado y permite que mis manos bendigan a aquellos que tú pongas en mi camino hoy.
Así como estuviste con Jesús durante sus pruebas en el desierto, permanece a mi lado en mis momentos de dificultad y fortaléceme para elegir siempre lo bueno.
Ruaj Hakodesh, tu presencia es hermosa y poderosa. Mientras me dispongo a comenzar este nuevo día que me has regalado, guíame para que pueda ver tu gloria en cada momento.
Coloco cada uno de mis proyectos en tus manos, porque has sido tú quien los ha revelado en mi vida y sé que sin ti, no tendrán éxito.
Muéstrame aquello que no está en tu voluntad para que pueda corregir mi camino.
Guarda mis entradas y salidas, y permíteme volver a casa al final del día para contar tus maravillas, las bendiciones que espero en este día que siento traerá abundancia.
Somete a mis enemigos para que no sean un tropiezo para mí. Si fallo en mi camino, ayúdame a vencer las tentaciones. Tuyo es el poder y la gloria, y confío plenamente en tu presencia preciosa.
Bendito Padre omnipotente,
Te agradezco por este nuevo día, donde con el despertar del sol y el inicio de mi jornada, tengo la oportunidad de acercarme más a ti y de servirte mejor que ayer.
Gracias por la familia que me has dado, por mis amigos que me guían hacia el bien, y por todo lo que me acerca a ti y representa positividad en mi vida.
Humildemente, inicio este día con gratitud y humildad, buscando una conexión espiritual contigo. Que tu Ruaj Hakodesh guíe cada uno de mis pasos, para que mi vida sea un reflejo de tu amor y bondad ante los demás.
Que mis palabras sean portadoras de tu verdad y mis acciones reflejen tu voluntad. Que mi trabajo esté bendecido por y cubierto por la santa sangre de Yeshua Hamashia y que sea un testimonio de mi obediencia a tu voluntad.
Señor Jesucristo, abre mis ojos para que pueda ver tu esplendor y así tomar decisiones que estén alineadas con tu voluntad. Que mi corazón se regocije en ti y que mi vida sea un testimonio vivo de tu amor y gracia para aquellos que me rodean.
Te entrego mi corazón, mis pensamientos y todo mi ser para que me transformes a tu imagen, y así glorificar tu santo nombre en cada paso que doy.
Señor, Dios todopoderoso, que nos has hecho llegar al comienzo de este día: danos tu ayuda para que no caigamos hoy en el pecado, sino que en nuestras palabras, pensamientos y acciones sigan el camino de tus mandatos.
Gracias, Señor, por permitirme despertar una vez más y comenzar este nuevo día. Te ofrezco cada actividad que emprenderé hoy. Concédeme la gracia de vivir cada momento con plenitud, siguiendo tu ejemplo de trabajar, orar, servir, agradecer, sonreír y disfrutar. Que las preocupaciones del mañana no me distraigan del presente; deseo permanecer unido a ti en todo momento, y que mis palabras y acciones reflejen siempre tus enseñanzas. Ayúdame a ser reflexivo, a pensar antes de hablar y a tomar decisiones con sabiduría, reconociendo que cada una tiene sus consecuencias. Permíteme ser generoso con mi tiempo y estar disponible para servir y ayudar a los demás. Todo esto te damos gracias YAHWEH en nombre de tu hijo amado Yeshua Hamashia amén.