Señor mío, gracias por este hermoso día y por todas las bendiciones que me has dado, y por las que estoy a punto de recibir. Hoy quiero agradecerte desde lo más profundo de mi corazón, porque a pesar de que no soy una persona de una gran riqueza económica, Tú me has llenado de abundancia y sobretodo soy una persona rica de amor y rica en felicidad.
Gracias amado Dios, porque por Ti gozo de una buena salud, y te pido que me sigas protegiendo de cualquier tipo de enfermedad. Gracias por los alimentos que llevas a mi mesa y por rodearme de personas que sienten el mismo amor que yo siento hacia a Ti.
Gracias Padre Santo, por cada una de las maravillas que has creado para mí, por ese sol tan brillante que ilumina mis mañanas, que despejan todo tipo de temores y me dan esperanza de seguir luchando y aferrarme a mis metas. Gracias por el aire que respiro, y por el sonido de la lluvia que me ayudan a reflexionar y a relajarme, gracias también hasta por los truenos, que son señales que anuncian Tú Santa presencia.
Amado Dios, a Ti te debo todo, porque me has colmado de grandes bendiciones, y entre las más grande es que me has dado una familia que me ama y que cada día se preocupa por mi bienestar. Te pido que siempre cuides ellos, Tú más que nadie sabes lo importante que son ellos en mi vida, que es el regalo más precioso que me has dado; por tal motivo siempre cúbrelo con Tú Santo manto y que en los momentos de adversidad puedan encontrar refugio en Ti. Amén.
Vamos hacer esta oración con fe y esperanza. Vamos a darle gracias a Dios por el regalo de la vida y pedirle que derrame bendiciones sobre cada uno de nosotros y los de nuestros familiares, llevándonos hacia su camino, para así ser salvos y liberándonos de todo mal. Orar, es la mejor manera de acercarse a Dios.