- los Ángeles del Cielo son los equivalentes aproximados a los que, en la tradición mediterránea, se suelen denominar como ángeles de la guarda. Es más, en maya estos “ángeles del cielo” reciben el nombre de “ah-canulob” que, traducido al castellano, sería un sinónimo de “guardaespaldas”. Su principal función sería la de proteger a los hombres de cualquier peligro, acompañándolos allá donde van. Suelen ser una pareja de “Ah-canulob” la que acompañe a los hombres, y tres los que acompañen a las mujeres y los niños.
- los Ángeles de este mundo es una figura retórica, una expresión metafórica para referirse a las almas puras, es decir, a los niños y las niñas que aún no han alcanzado la pubertad.
- los Apóstolesforman una categoría de seres, semejantes a los hombres, y que vivieron en la época de Jesucristo.
- los Cuidadores de la Tierra o “Tatabanales” o “balamoob” son descritos por los yucatecos como cuatro ancianos de largas barbas blancas que, desde los cuatro puntos cardinales, tienen como principal función proteger en las noches todos los pueblos mayas. Muchos etnólogos han llegado a identificar estos personajes con los “bacaboob” que, en el sistema cosmológico prehispánico, eran los cargadores del cielo y, en este sentido, intermediarios entre los dioses y los hombres.
- los regadoreso “ah-hoyaob” serían los encargados de manejar las nubes y repartir las lluvias entre los pueblos y las milpas. Suelen ser figurados como jinetes que recorren el cielo montando sus caballos mientras vierten el agua con el “zayab-chu” o “fuente-calabazo” un calabazo mágico que nunca se agota. Pese a existir numerosos “ah-hoyaob”, hay cuatro con una mayor importancia, que se corresponderían con las esquinas del cielo y, por lo tanto, con los puntos cardinales.
“Tenemos un sentimiento: lo que sufrió nuestro Jesús, porque qué lindo estaría el hombre que está andando Jesús dentro de nosotros, qué alegría debemos estar en nuestro corazón”Con estas expresiones podemos ver cómo se recrea una situación en que la identidad con la figura de Jesús ha ido hasta el extremo de estar “dentro de nosotros”. Esto es lo que permite al rezador de la plegaria pasar de la solidaridad emocional con el sufrimiento de Jesús a la alegría sentida en el corazón. En uno y otro estado, en el sufrimiento y en la alegría, el rezador declara su identidad con el “donante”, y así alcanza su reconocimiento y el de los oyentes de su oración.Para concluir con este artículo, destacaré dos funciones muy claras que muestra el texto: una función didáctica y una función contractual.Con respecto a la función didáctica hemos de decir que, en la mayor parte de los casos en los ejemplos seleccionados se cumple dicha función mediante la transmisión de una información que, realmente, podemos catalogar como accesoria con respecto al programa narrativo desempeñado por el sujeto ya que nada indica que, para el logro del objeto a que se dirige la plegaria, resulte necesario incluir tales comentarios. Estos elementos que hemos denominado “didácticos” los podemos encontrar principalmente en el segundo y en el tercer fragmento:Elementos didácticos presentes en el segundo fragmento:
[…] "el Rey del Mundo que nació en Belén, en la ciudad de Jerusalén, hijo de la Virgen María.”
[…] "porque los ángeles no llegarían su fuerza para hacer la lucha de ellos, nosotros ya estamos hombres de edades, tenemos la obligación de hacerla, nuestra lucha, para darle el bocado a los niños.”
[…] "porque si [los regadores] no vienen a regar la tierra, no tenemos nada que comer. De manera que viene a regar la tierra, que es San Miguel Arcángel”
[...] “los cuidadores de la tierra, que son los tatabalanes de la tierra”Elementos didácticos presentes en el tercer fragmento:
[…] "y la mamacita del Niño Jesús que es la Vírgen María, que es madre de Dios."
[…] "al Niño Jesús, al Rey del Mundo, quenació en Belén, en la ciudad de Jerusalén, hijo de la doncella María" […]
[…] "porque el apóstol del Padre Jehová comió de este pan, pan de trigo, pan de maíz; lo comieron también.”
[…] "los cuidadores de la tierra, porque sí los hay, nada más que nosotros no llegaría el tiempo de encontrarlo el movimiento de ellos, pero sí lo hay.”Tal y como podemos apreciar, todos estos segmentos (y muchos otros que no hemos incluido) constituyen pequeñas glosas que o bien perfilan o bien caracterizan a los actores de la plegaria resaltando algunos de sus rasgos. Podemos decir entonces que estos segmentos discursivos son, en realidad, pequeñas incrustaciones míticas en el ritual, es decir, el mito llega a introducirse en el ritual para proporcionarle a éste una función didáctica suplementaria mediante el procedimiento de reiterar (en algunas ocasiones rozando la redundancia) una información selectiva.Con respecto a la función contractual es preciso señalar que en las plegarias encontramos dos contratos diferentes: uno es pasado y se produjo “hoy en la mañana” (según dicen el segundo y el tercer fragmento), a esa hora se pidió y se consiguió “el pan de cada día, el pan de maíz, el pan de trigo”, pero ahora en el presente (en el momento de la comida) se va a formular una petición diferente “el pan de cada día ya nos lo concedió, ahora le pedimos a él que nos bendiga este almuerzo”. Tal y como podemos ver, se trata de dos contratos de donación relativos a dos objetos distintos: uno material (el pan) y otro inmaterial (la bendición).