Seionage. Ippon Seionage. Un movimiento básico en el judo que bajo su simplicidad esconde un sinfin de pequeños engranajes. El viejo maestro se levanta de la silla y dice: «Prueba». Pero, si esto está lleno de libros y muebles. Lee mi duda y repite: «Prueba». Lo agarro por la camisa y pruebo. Se suelta y con su dedo índice traza una mancha sobre su hombro, la espalda y el brazo. «Aquí». Y añade: «Tu Ippon es falso». De pronto, siento como si me hubieran golpeado con una gran sartén, como si me hubiera caído de un árbol de cabeza y la estupefacción del golpe me impidera pensar en nada. «Falso». Solo un gran maestro puede afirmar tan categóricamente sin provocar un inmediato rechazo.Me enseña. Luego me marcho.
Bajo por la calle Balmes aturdido. Vuelve a hacer calor este mes de mayo. Me siento engullido por tanto movimiento a mi alrededor; decenas, centenares, miles de coches circulando arriba y abajo, encajonado entre altos edificios de ventanas simétricas que olvidaré. Diluido como si mi sangre fuera tinta en esta infinita cuadrícula de cemento viejo. Soy una gota que se desplaza. Años de enseñanza, largas tardes y noches de lucha. Cientos de combates, miles de repeticiones. ¡A la mierda! Volver a la casilla de salida. Volver a aprender.