Orden de los " francs-regenerés "

Por Antonio Antonio Campos


Cuerpo masónico ultra-realista, fundado bajo la Restauración, hostil no solamente a las ideas liberales sino también a la Carta Constitucional, que reunía ciertas Logias enfrentadas a las Logias liberales y revolucionarias. Esta Obediencia Masónica exigía un temible Juramento de fidelidad al Trono y al Altar que puede sorprender al analista contemporáneo; en efecto, en esa época la Masonería ya estaba condenada por la Iglesia, cómo explicar, entonces, esta aparente contradicción? Ocurría que los miembros de esta Obediencia Masónica eran católicos “gallicanos”, es decir, no dependientes de Roma, a los cuales no afectaba la excomunión papal. El investigador Jean Bossu ha dedicado un
breve e interesante estudio (Déviations politiques: les Frans-Régénerés publicado en Travaux de Villard de Honnecourt, París, 1970, tomo VI, págs. 71-72) en el cual reproduce la fórmula del Juramento de Gran Profeso de la Orden, extraída de los papeles personales  del Hermano Beaumont de Brivazac, la cual dice textualmente: “Yo juro y prometo por mi honor emplear todos los medios que esten en mi poder, todas las facultades de que Dios me ha provisto, para contrariar las vistas y los proyectos del Iluminismo europeo, detener los progresos de la Sociedad fraternal europea y de los Iluminados Leñadores (Fendeurs) pues ellos atacan a religión católica, apostólica y romana, a la legitimidad de las dinastías reinantes y, como Francés convencido que tales sociedades son por esencia contrarias al orden y sucesibilidad al Trono de la augusta Casa de Bourbon, yo prometo oponerme con todo mi poder al éxito definitivo de estas tenebrosas asociaciones, no importa la máscara de las que se pueden cubrir para lograr su objetivo. Establecidos estos principios, fuerte en mi conciencia y en la pureza de mis intenciones, yo juro a ...N.N., Muy Venerable y Respetable Hermano, que jamás haré conocer a quienquiera que sea en el mundo que hoy, en este día, yo he sido iniciado por él a los Grados Superiores de esas diversas asociaciones de las cuales él me confiará los objetivos y las ideas reservando yo, a la inversa, la obligación de hacer regularizar mis títulos de Masón solamente presentándome en las Logias Simbólicas y en los Capítulos de los dichos Grados en tanto que yo juzgue útil y conveniente, sea como Aprendiz, Compañero o Maestro, Grados Simbólicos, Rosa + Cruz, en el Grado 18º, y todos los Grados Superiores hasta el de G.E.R.-C.K.S. (Grand Elu Régéneré – Chevalier Kadosh) inclusive, Grado 30º. Yo juro y prometo por el interés del éxito ulterior y definitivo de la causa sagrada de el Altar y del Trono de no emprender nada por mí mismo sin haber participados a mis seis Venerables Hermanos de mi Grado de Gran Preboste  de los Francos Regenerados. En caso de infracción, yo consiento, en presencia de mis Honorables y Respetables Hermanos aquí presentes, en merecer todas las venganzas de un tribunal secreto y desconocido, que yo ni intentaría descubrir, tendría el derecho de ejercer sobre mi, admitiéndolas como bien, justa y debidamente decretadas si, luego de haber vendido el honor, yo también faltase a mi Juramento que yo firmo con mi nombre y cualidad, por ser desgarrado y quemado incontinente y las cenizas exparcidas a los vientos de los cuatro puntos cardinales, como yo deseo que aquellas que provengan de mi destrucción lo fuesen un día, si yo me convirtiera en traidor a lo que acabo de prometer, gozando de mi entera libertad y en toda la plenitud de mi razón.” La fórmula empleada para la Recepción era la siguiente: “En el nombre del Supremo Consejo de la Orden de los Francos Regenerados Rectificados, yo os recibo como Gran Profeso de ................................ bajo el título de .................................... del ..................................... y como Caballero del Fénix, yo os paso y confiero el derecho de reunir bajo el mismo estandarte a todo hombre fuerte de un celo puro, de una religión fuerte y de una devoción sin límites a la causa de Dios y de los Reyes.............................................. contra los proyectos del ateísmo y la anarquía.”  Como se podrá apreciar las desviaciones políticas de las Masonerías no se han dado solamente hacia el campo del liberalismo y el socialismo, como lo cree la gran mayoría del público, sino también hacia derecha monárquica. Estas dos tendencias persisten aún en la actualidad.
                                                                                                                          J.F.Ferro