Orden ministerial sobre la compraventa de piensos y subvenciones electorales

Muchas veces he dicho aquello de que se legisla demasiado y mal; que las leyes son demasiado complejas y demasiado «interpretables». Para complicarlo más, se anulan o sustituyen partes de las mismas continuamente, y muchas veces se utiliza la Ley de Presupuestos para meter con calzador modificaciones que poco tienen que ver con esos presupuestos. Pero creo que lo que los señores de Hacienda han hecho esta vez al publicar una orden ministerial sobre la compraventa de piensos es para enmarcar. Les ha quedado bordado.

¿Cómo se puede utilizar una orden ministerial sobre la compraventa de piensos para meter, entre línea y línea, algo que tiene tan poco que ver, como la subvención a los partidos políticos para el envío postal de propaganda electoral?

Orden ministerial sobre la compraventa de piensos utilizada para legislar sobre subvenciones a partidos políticos

A ver, señores…  ¿Están hablando en serio? ¿Cómo incluyen algo tan peregrino como la subvención postal en una orden ministerial sobre la compraventa de PIENSOS? La única explicación es que han estado barriendo bajo la alfombra y han escondido ahí algo que querían que pasase desapercibido. Me parece poco profesional.

1.- En primer lugar, NUNCA debería incluirse en una ley, u orden, o real decreto, nada que no estuviera directamente relacionado con el título. O sea, que si es una ley sobre hidrocarburos, no me hablen ustedes de la declaración de la renta o del impuesto de patrimonio como quien no quiere la cosa. Háblenme de hidrocarburos y extiéndanse todo lo que quieran… pero sin salirse del tema.

2.- Cualquier modificación de otra ley que se redacte donde no corresponde debería ser nula de pleno derecho.

Me parece muy bien que tanto el Partido Popular como el Partido Socialista hayan anunciado que van a recurrir el texto. Yo no dudaría en hacerlo.

Es de risa que se haya aprovechado el texto de los piensos para decir en voz baja que la subvención postal queda reducida a 18 céntimos por envío. Parece ser que antes de los piensos estaba en 22 céntimos y eso les supone un millón de euros menos a cada uno de los dos partidos principales.

Pero es que además, el recorte ha sido retroactivo. A ver, señor Montoro, eso no se puede hacer, ¿no lo entiende?

Evidentemente el resto de partidos también ha quedado afectado, aunque menos y posiblemente también recurran.

Pero los de Hacienda se defienden, para ellos todo está más que justificado (¿cómo no iba a estarlo?) y dicen que han usado la orden ministerial sobre la compraventa de piensos ante la petición de la Abogacía del Estado de clarificar cuanto antes la subvención postal.

A mí me entra la risa, ¿qué se le va a hacer? Esto es ridículo y kafkiano, lo expliquen como quieran explicarlo.

Ramón Cerdá