Hasta ahora, el músculo se había resistido a los intentos de fabricarlo en el laboratorio, al menos tal y como se ha conseguido ahora: un músculo que, al ser implantado a un animal vivo, sea capaz de crecer y regenerarse, además de contraerse con una fuerza similar a la del músculo de ratas recién nacidas. Uno de los videos que acompañan al artículo habla por sí solo.
El secreto del éxito de estos investigadores ha sido, al parecer, la utilización de una estrategia nueva. Por un lado, utilizar músculo previamente madurado en el laboratorio a partir de células madre musculares. Por otro, incluir estas mismas células madre en el implante. Así, resulta que el músculo maduro actúa como un almacén natural donde las células madre musculares pueden sobrevivir y ponerse en marcha cuando sea necesario. Al implantar estos fragmentos de músculo en los ratones, los científicos comprobaron que se llenaba de vasos sanguíneos, e incluso se regeneraba después de haber sido lesionado con un veneno de serpiente.
Ya se ve que cada vez estamos más cerca de ver hecha realidad aquella escena de Blade Runner