México hizo historia ganando la medalla de oro en fútbol esta tarde en el pasto sagrado de Wembley tras derrotar por 2-1 a Brasil, ya he venido hablando anteriormente del cambio de mentalidad que vive el futbolista mexicano en general, que las selecciones juveniles poco a poco se están acostumbrando a ganar, por lo que hoy, mejor me detendré a hablar del héroe mexicano esta tarde en Wembley, un jugador que ha tenido un proceso muy curioso y del que vale la pena hablar: Oribe Peralta.
Oribe tiene 28 años de edad, sin embargo su carrera no inició de manera fácil, el oriundo de Torreón, Coahuila debutó en Primera División con Monarcas Morelia en el 2003, luego fue vendido a Monterrey donde fue un jugador que empezó a ganarse minutos, sin ser titular, pero siendo un recambio bastante útil, que incluso le valió ser convocado por primera vez a Selección Nacional debutando en marzo del 2005 en un amistoso contra Argentina, pero seguía sin afianzarse como titular en Primera División, incluso, el DT de Monterrey, Miguel Herrera, no estaba muy convencido con Oribe, por lo que en 2006 fue vendido al club de sus amores, el Santos Laguna, siendo oriundo de Torreón. Tras torneos con altibajos, en 2009 fue prestado a Jaguares de Chiapas por un año, donde anotó 12 goles, ganándose su regreso a Santos. Sin embargo continúo sin afianzarse como titular. Entonces llegó el proceso previo a la Copa América en Argentina 2011, con una selección Sub 22 (obligados por CONCACAF) y con la obligación de buscar 5 refuerzos mayores de edad, considerando que en aquel momento México enfrentaba la Copa de Oro con el equipo mayor y los refuerzos tendrían que ser jugadores no convocados junto con que en la Liga Mexicana realmente hay pocos delanteros mexicanos jugando regularmente, Oribe tuvo la oportunidad, en medio de grandes críticas por el hecho de llevarlo (incluido un servidor) dado que no era siquiera un jugador regular en Santos y sin números muy halagadores. Peralta vio poca actividad en Argentina entrando de cambio, México se fue a casa rápido y Oribe siendo muy cuestionado por prensa y público en general.
Sin embargo, pocos nos imaginábamos que Oribe tendría un parteaguas en su carrera. En Santos Laguna se convirtió titular indiscutible y anotando goles (13 en el Apertura 2011), pero además José Manuel de la Torre, el DT de la selección mayor, lo convocó en algunos amistosos donde incluso marcó gol ante Estados Unidos en agosto. Ese despertar de Oribe provocó que muchos de los críticos a manera sarcástica en redes sociales (principalmente twitter) empezaran a hacer memes con hashtags como #Oribelieber o #PerdonanosOribe cada que marcaba. Fue de nuevo convocado como refuerzo de selección panamericana en Guadalajara, donde marcó un hattrick ante Costa Rica en semifinales para avanzar a la final donde México ganaría oro. Poco a poco Oribe era tomado más en serio.
En Londres, no inició quizás de la mejor manera, jugando un poco abajo del nivel que había mostrado en el transcurso del último año en la primera ronda, marcando contra Suiza para asegurar el primer lugar de grupo, sin embargo su desempeño aún no era el esperado. México avanzaría en cuartos frente a Senegal y en semifinales contra Japón, volvió a aparecer en el momento importante, cuando el partido estaba 1-1, Oribe robó un balón en la salida de los asiáticos y mandó disparo al ángulo que puso a México arriba 2-1, y en el tercer gol, un taconazo suyo dejó prácticamente a Javier Cortés solo ante el arquero nipón. Llegó la final del día de hoy, y Oribe tras un balón que robó Javier Aquino al brasileño Rafael, Oribe no se volvió loco y con sangre fría definió a primer poste para dar el 1-0 a los 29 segundos de partido, mientras que en el segundo tiempo en un tiro libre cobrado por Marco Fabián, remató de cabeza, inapelable para el arquero Gabriel y marcar el 2-0 parcial. 2 goles, en la gran final, para el jugador que tanto se había criticado y que hoy fue el héroe del Tri para lograr el primer oro olímpico en fútbol.
Oribe, en un año, pasó de ser un jugador criticadísimo a ser héroe nacional. Las vueltas que la vida y el fútbol da.