El Origen de La Roja fue obra ni más ni menos que del carismático entrenador Luis Aragonés, que bautizó atendiendo a la camiseta del equipo español de esta manera, cuando era seleccionador nacional, sin ningún ánimo político, simplemente, por el color de la camiseta.
Casi todas las grandes selecciones tienen un apodo, una manera de reconocerse, muchas por sus colores, así Uruguay es la celeste, Italia, la azzurra, Francia, “les bleus”… Sin colores, Alemania es la mannschaft, Inglaterra, los “pross” porque fueron los primeros profesionales, etc.
Y también a nivel de clubs, en lo que se refiere al rojo, tenemos por ejemplo a los ‘Reds’ del Liverpool y a los ‘Red Devils’ del Manchester United.
Lo que pretendía Luis era conseguir este efecto en la selección y una mayor identificación de la afición con el equipo nacional.
El sobrenombre de La Roja empezó a gustar a algunos y en los medios empezaron a utilizarlo. Era un apodo natural, nacido del color de la camiseta, como decimos, sin referencias políticas. Algunos prefieren llamarle la rojigualda, pero actualmente, el color amarillo que aparece en la bandera de España, apenas aporta tres pequeñas líneas en las mangas de las camisetas de nuestros jugadores internacionales.
El nombre desde entonces ha triunfado y se ha impuesto a otros más antiguos como “la furia” ya que como muchos entendidos en marketing reconocen, es corto, entra por los ojos y es fácil de recordar.
Sin embargo, España no es la única ni la primera selección en apodarse así.
Precisamente en el último Mundial se produjo un choque entre las dos rojas, la selección española y la de Chile, la cual reclama la exclusividad del sobrenombre de La Roja. Pero de momento, “gana” España. Marketing, más reconocimiento mediático y las ultimas consecuciones de Eurocopas y Mundial ayudan a la expansión del apodo.