Orígenes de los recreativos

Publicado el 20 marzo 2019 por Raude44 @RAUDEENLARED

Me hace gracia echando la vista atrás como cambia el mundo en cuestión de décadas, ahora los chavales se divierten sin salir de su habitación echando horas y horas a su consola de turno y ya no existen apenas lugares donde reunirse con el resto de amigos y disfrutar de diferentes estilos de ocio.

Obviamente, los objetos de esta lista que hoy nos compete se pueden encontrar en diferentes lugares, más si cabe si vives en las grandes ciudades o queda algún sitio que no ha evolucionado con el tiempo que las mantiene en su local.

Incluso yo tengo el placer de llevar los fines de semana en un Centro Joven, lugares donde puedes encontrar bastantes de estas cosas y donde los chavales se reúnen para pasar alguna tarde, pero no se respira lo mismo que cuando yo tenía esa edad y todos estos objetos nos hacían evadirnos en parte de los estudios.

Quizás mi subconsciente me ha hecho pensar en los orígenes de todas esas cosas que veo en el local y que a día de hoy no producen el mismo sentimiento, o si lo hacen, son en etapas mucho más cortas y localizadas en la edad, que cuando nos tocaba a nosotros.

Espero que disfrutéis de mi entrada 700 en el blog...

El origen no está claro, pero se sabe que en el I siglo a.d.c. la mismísima Cleopatra jugaba a este juego con unas normas aún por decretar y sobre el suelo. También los egipcios lo practicaban en el siglo V a.d.c, así que no queda claro cómo llegó hasta el Imperio Romano, que hizo que se popularizara por toda Europa, siendo un juego parecido al croquet (el de las mazas de madera con el que golpear las bolas para que pasen por diferentes arcos clavados a la tierra).

También se conoce que la primera mesa de billar data de 1469, creada por el ebanista del rey Luis XI de Francia: Henri de Vigne, por encargo de su majestad al resultarle más cómodo practicar el juego sobre una mesa elevada que en el suelo. Y ya en el siglo XVI, con la mesa incluida, tuvo gran arraigo en Francia e Inglaterra, cada juego con sus propias normas.

Se dice que María Estuardo, reina de Escocia que iba a ser ejecutada por la reina Isabel I de Inglaterra, se quejó porque en su celda los días anteriores a su muerte no disponía de billar. La aristocracia siempre tuvo esas salidas, entendía que la tuvieran que decapitar, pero hasta ese momento seguía siendo una reina y la tenían que atender como tal incluso estando presa.

En el billar francés se jugaba sólo con dos bolas, hasta que en 1775 introdujeron una tercera a la que llamaron "carom", de la que surgió el término carambola, al tener que golpear con una las otras dos.

Los ingleses llevaron los billares a Estados Unidos y allí surgió la variedad de billar americano, incorporando las tronerasjugando con 16 bolas siendo la golpeada la blanca. La mesa es mucho más grande que la del billar francés que carece además de estos agujeros.

Al igual que el billar, los bolos son mucho más antiguos de lo que nos pudiera parecer en un principio. Hay escritos que los datan de tiempos en los que los egipcios y los romanos se divertían jugando con piedras para derribar ciertos objetos colocados de forma determinada.

En la tumba de un niño egipcio datada del 3.200 a.d.c se encontró un juego de bolos compuesto por 9 piedras alargadas y una redonda, siendo el primer vestigio del juego.

Si bien, los romanos usaron estos juegos para derivarlos en otro que también conocemos y se sigue practicando a día de hoy, el "bocce."

Las reglas del bocce eran un poco diferentes, no había que derribar nada, si no acercarse lo máximo posible a un objeto con tus piedras, ganando el que al final de todos los intentos tuviera una de ellas lo más cercano a este. A día de hoy, tenemos la petanca que sería la evolución del bocce que a su vez fue una evolución de los bolos.

¿Pero cómo ha llegado este juego a ser tan popular?

Pues la culpa la tienen los norteamericanos, que 50 años después de ser introducido por los ingleses en el continente, cogió tal tradición que decidieron crear en Nueva York ,el 9 de septiembre de 1894, las primeras reglas de los bolos que conocemos en la actualidad.

Poco a poco, la cosa se le fue yendo de madre, primero con la creación de las pistas de bolos, la personalización de las bolas y los diferentes pesos (entre 4,08 kg y 7,25), los zapatos, guantes, muñequeras y demás que consiguieron que el mundo entero se interesara por este juego llegándolo a practicar alguna vez más de 95 millones de personas en la actualidad.

La primera mención que se hace sobre ellos en un libro de origen europeo data de 1314, posiblemente del Reino Unido, donde nos habla como los soldados en los periodos entre batallas se divertían lanzando astillas u objetos punzantes para que se quedasen adheridos a las tapas de los barriles.

Cuando no tenían barriles, llevando el líquidos en pellejos, tinajas de cerámicas u otros enseres, recurrieron a usar un trozo de tronco de un árbol grueso que previamente hubiesen cortado para montar el campamento.

El tronco, a diferencia de la tapa de barril, tiene diferentes dibujos en forma de anillos (cada uno representa un año de vida del árbol) que se entremezclan con otros, ya sea el punto del centro o diferentes transversales diferentes en cada árbol. Por lo que decidieron además de clavar el objeto arrojadizo, definir la puntería, valorando más los que se quedaban en el centro y en menor medida los más cercanos al límite exterior.

Los anillos sirvieron también para delimitar las puntuaciones, premiando al final al soldado que mejor lo hubiera hecho e incorporándose como un elemento más en las batallas, al mejorar notablemente la puntería con armas ligeras, dotando de estas a la tropa que generalmente portaba únicamente de arma de ataque y un escudo para defenderse.

Pero la historia de los dardos tal cual como la conocemos, es mucho más cercana al convertirse en un divertimento de los bares costeros en España durante la década de los 60. Algo tan sencillo como una diana y tres dardos para cada jugador y una pizarra con bolígrafo y papel para apuntarse los tantos, servía al establecimiento para que los clientes se quedaran más tiempo y consumieran más.

Los Estados Unidos vieron en este juego un negocio y crearon en los 80 las dianas electrónicas que sumaban automáticamente las puntuaciones y tenían diferentes juegos para jugar con ellos, haciendo la cosa más entretenida.

Tuvimos que esperar a los noventa para que estas llegasen a nuestro país, olvidándonos de paso de nuestros tradiciones y rindiéndonos frente al reinvento de los americanos.

Y curiosamente de una mesa de billar, nació lo que hoy conocemos como la mesa de petaca, flipper, el milloncete o pinball...

En Francia, durante el reinado de Luis XIV de 1643-1715, las mesas de billar se estrecharon, con alfileres o bolos de madera (pines) en un extremo de la mesa, y los jugadores lanzaban bolas con el palo de billar del otro extremo, intentando derribarlos sin que la bola cayera en los diferentes agujeros de la mesa, en un juego inspirado en tanto en los bolos como en el billar. Los bolos de madera tardaban demasiado en colocarse cuando se derribaban, por lo que las partidas tenían grandes demoras y finalmente optaron por fijarlos a la mesa, siendo los agujerosde la mesa los objetivos.

Los jugadores podrían rebotar bolas en los bolos para lograr los hoyos más difíciles de puntuación. Se desarrollaron muchas variantes de este juego derivando en un juego de tamaño mucho menor llamado Bagatelle.

El Bagatelle cambia el taco de madera por una palanca con muelle que impulsa las bolas, que en total son 9 hechas de material de acero. Los pines de madera fueron cambiados por clavos de hierro, puestos en diferentes tamaños de semicírculos con diferentes valores de puntuación, de tal forma que si una bola se quedaba allí, esa serían los puntos a sumar.

Cuando este juego llego a Estado Unidos en el siglo XIX, incrementaron la diversión al colocar dos petacas accionadas por botones que permitían que las bolas que cayeran hasta el fondo, pudieran ser salvadas e impulsadas de nuevo para conseguir una puntuación.

Ya en la década de los 30 del siglo pasado, dos ingenieros de Automatic Industries, Arthur Paulin Whiffle y David Gottlieb, comenzaron a modernizar el juego, colocándolo en una caja de madera con mampara de vidrio y dotándolo de mecanismos ocultos que permitían una mayor diversión. En 1932, otro ingeniero, Harry Williams, inventó un sistema electro imantado de bobinas denominado Tilt (falta) que permitía denunciar al jugador que quería cobrar premios moviendo sutilmente la mesa de juegos.

Supongo que al leer el encabezado, vuestra cabeza os ha jugado una mala pasada y pensáis que es un invento de origen asiático, ¿no?, lo que hace el subconsciente...

El ping-pong fue inventado en el último cuarto del siglo XIX en Inglaterra, probablemente por jóvenes universitarios quetambién eran aficionados al tenis y que por la climatología o por los estudios no podían practicar su deporte favorito y decidieron dividir una mesa de comedor o billar en dos separada con unos libros, con pelotas de otros juegos que botaban bieny como palas tapas de cajas de puros a las que habían añadido un mango para poderlas agarrar bien con la mano.

Haciéndose tan popular, los fabricantes de juguetes no tardaron en hacer su versión, siendo los pioneros en 1884 la firma F. H. Ayres Ltd. (Frederick Henry Ayres), haciendo una versión en miniatura para que todos los niños pudieran jugar en su salón. El 9 de octubre de 1885, James Devonshire va más allá y patenta el "Table Tennis" (tenis de mesa), vendiendo incluso la mesa a tamaño natural, la red de separación y la palas. Yorkshire David Foster (1890) fue más allá comercializando una red que se podía poner en cualquier mesa junto con las palas, ahorrando mucho dinero a los aficionados a este juego, ya que no debían comprar una Devonshire.

El deporte fue más allá cuando en 1891 James Gibb, famoso atleta y fundador de la Amateur Athletic Association, creó una red fija amarrada a ambos lados, una mesa con unos estándares de longitud, cambió las bolas de corcho y de goma que se usaban por unas de celuloide importadas de EE.UU. y creó la serie de normas para el juego, como que cada set era a 21 puntos y lo empezó a llamar "Ping Pong"(sonido que se emitía al golpear estas nuevas pelotas contra las palas recubiertas de pergamino, que permitía absorber la velocidad y dirigir mejor la pelota a la hora de devolverlas), alejándolo e independizándolo de alguna manera del tenis.

Es entonces cuando se empieza a tratar como deporte y en 1901 hay hasta 500 federados de 39 clubs diferentes en Inglaterray torneos oficiales de 300 participantes.

Hay que esperar hasta 1922 donde es conocido en toda Europa y parte de Asia al popularizarlo los ingleses en su colonia de la India y posteriormente causo furor en Japón y China, sobre todo en los primeros al ser campeones en los 50, frente a los jugadores europeos que dominaban los torneos internacionales. Desde entonces no dejaron de evolucionar por su nivel competitivo y a su vez los chinos hicieron lo mismo por la rivalidad con los nipones, convirtiéndose en cunas de campeones y consiguiendo en los juegos de Seúl de 1988 que se convirtiera oficialmente en deporte olímpico, después de haber sido de exhibición en los anteriores juegos de Los Ángeles.

La primera patente que existe del futbolín es de 1880-1890 y era española. Un juego de reducidas dimensiones en comparación con el actual y de jugadores con las piernas unidas.

Existen también evidencias de este juego en los países de Alemania y Francia entre 1920 y 1930, pero curiosamente y a pesar de todo esto, se considera como creador del mismo al gallego Alejandro Campos Ramírez, mejor conocido como Alejandro Finisterre, nombre con el que firmaba sus poemas y escritos (1919-2007).

Según cuenta la historia Finisterre se recuperaba junto a otros muchos compañeros de las heridas causadas durante la Guerra Civil Española (1936-1939) en el hospital Colonia de Puig de Montserrat de Barcelona.

En realidad, quedó sepultado en uno de los bombardeos de Madrid, donde vivía desde que empezó a cursar bachiller y en un primer lugar fue trasladado a Valencia, pero sus heridas eran demasiado graves en ese momento para ser tratadas allí y le destinaron a Montserrat donde había mejores medios para sanarlas.

La mayoría de los heridos eran jóvenes que o no llegaban a la mayoría de edad o la superaban por poco y que por culpa de las heridas, jamás podrían volver a jugar al futbol, su pasión desde que tenían memoria.

Alejandro era un apasionado del ping-pong y tuvo la idea de si el tenis de mesa había evolucionado a aquel juego de reducidas dimensiones, se podía hacer algo similar con el futbol, creando el primer futbolín a escala tal y como ahora lo conocemos, causando una gran sensación entre los pacientes de aquel hospital.

Jugadores hechos de madera pintados a mano unidos a unas varillas que ensartaban ambos laterales del receptáculo y unos agujeros a cada lado hechos con chapa y red, que hacían las veces de portería, de donde se sacaba la pelota cada vez que metían gol.

Cuando se recuperó de sus heridas en 1937, intentó fabricarlo en España con ayuda de una amigo carpintero vasco Franciso Javier Altuna, pero al ver que todos los juguetes eran requisados para reciclarlos en armas, sacó las patentes de su "Futbol de mesa" y huyó a Francia, con tan mala suerte que aquel día hubo una gran tormenta que destruyó los certificados de su invento.

Estuvo poco años en el país vecino, hasta que se desató la Segunda Guerra Mundial y partió hacia Centroamérica, donde viviría hasta 1976, que con la democracia instaurada, vuelve a España.

Durante todo este tiempo vivió de editar poesías y cultura española y promocionar su invento en países como Ecuador, Guatemala o México donde se hizo muy popular y su fama se fue extendiendo hacia Sudamérica, donde muchos lugares, especialmente en Argentina, lo conocen como "Metegol".

Las primeras cajas musicales fueron creadas en el siglo XVIII en Suiza por Antoine Favre (1767-1828).

Es normal que para conseguir un reproductor sofisticado de sonidos en aquella época, sólo estaba al alcance de expertos relojeros, capaces que sus máquinas se retrasasen menos de un segundo al año.

Para copiar los sonidos crearon cilindros con diferentes salientes que giraban sobre si mismos topando contra una estructura en la que se iban resproduciendo los sonidos al tocarlos y reproduciendo diferentes melodías que no excedieran los dos minutos. Así consiguieron con el paso del tiempo que los pianos tocasen solos sin necesidad de una persona, naciendo las pianolas.

En 1930 en estados Unidos se pusieron de moda las "jukebox", basadas originariamente en estas cajas musicales, pero con los medios de la época.... los cilindros ya no estaban de moda, ¡hola discos de vinilo!. Además que pulsando un botón la máquina automáticamente cambiaba de disco al gramófono y ponía el que habías pedido.

La palabra "jukebox" proviene de la pronunciación del término de jerga afroamericana "jook"(baile), aunque algunos creen que se traduce directamente como "caja de distracción") y en parte lo era, porque para disfrutar de tu canción favorita en el sitio donde estabas, solo tenías que echar una moneda y pulsar una letra y su respectivo número a continuación, y podías dedicarte a jugar con cualquiera de las cosas de este post mientras sonaba tu música favorita, sin necesidad de llevarte el radiocasette e ir rebobinando hasta que la encontraras...

Entrar en el origen de estas construcciones que se inflan, sería meterme en un lío, pues si bien es claro el que ideó este sistema, tanto los ingleses como los norteamericanos se apuntan el desarrollo de la misma.

En 1959, John Scurlock estaba trabajando en Louisiana en un proyecto de cubierta rápida en las pistas de tenis para que los partidos no se suspendieran en caso de lluvia, creando así con unos generadores de aire potentes hinchar una estructura de lona en cuestión de minutos que hiciese de cubierta al recinto y protegiese tantos la cancha como a los tenistas y los espectadores.

Al probarla se dio cuenta que mientras se inflaba o la deshinchaba, el público acudía en masa a brincar sobre ella aprovechando que no se harían daño al caer y que incluso era divertido.

Fue el primero en introducir entonces estos colchones inflados de grandes dimensiones en diferentes ferias y comercializarlos... pero había un problema, si alguien pesado brincaba cerca de una persona ligera (un niño), ésta podía salir por los aires y caer fuera de la estructura pudiendo salir muy dañado...

Y aquí viene el quid de la cuestión, tanto en Inglaterra como en Estados Unidos tienen la misma versión, pero no se ponen de acuerdo en el continente:

Unos estudiantes universitarios vieron una fácil solución, crear la estructura con paredes hinchables también (o cuatro pilares hinchables cercados con redes) de tal forma que si alguien vuela, no cae fuera del recinto, si no que choca contra una de ellas que es del mismo materialen el que están botando, quitas el problema y tienes doble de diversión... Además para hacerlo más lúdico visualmente, que mejor que darle una forma de castillo y pintar las lonas con esas formas... Los niños lo verán desde lejos y querrán montar en él.

Aunque la patente de la mesa de aire la tiene Thomas Walley Williams III desde el 12 de octubre de 1968, el Air hockey fue un proyecto creado por el trío de ingenieros de la empresa serbio estadounidense "Brunswick Billiards": Phil Crossman, Bob Kenrick y Brad Baldwin entre 1969 y 1972 en un intento de crear un juego de mesa donde esta no tuviera fricción con lo que originariamente iba a ser una bola.

El proyecto se estancó durante varios años hasta que fue reavivado por Bob Lemieux, quien lo enfocó en implementar una versión del hockey sobre hielo, con un disco delgado, un soporte para golpearlo con la mano y unas porterías en forma de rendija equipados con fotodetectores. Al ver que el juego podría atraer a un mercado más grande, se comercializó y se vendió al público en general. Las patentes originales hacen referencia a Crossman, Kendrick y Lemieux, dejando al margen a Brad Balwin.

Como hemos dicho había una patente anterior sobre la mesa que expulsaba aire de Thomas Valley, pero se desconoce con qué fines se inventó, aprovechándola estos ingenieros para su juego.

Se empezó a comercializar a mediados de los setenta siendo un gran éxito financiero, creándose primero las asociaciones de jugadores en diferentes puntos de EE.UU y posteriormente su implementación en los diferentes bares y pubs.

En 1975,se creó la Asociación de Hockey de Mesa de Aire de los Estados Unidos (USAA) gracias a J. Phillip "Phil" Arnold. Esta asociación creo nuevas reglas en el juego para los torneos del mismo, dejando de lado las creadas por "Brunswick Billiards". De ahí se exportó a diferentes países por medio de los campeonatos internacionales, siendo muy importante en este juego en Venezuela a finales de los 80 al conseguir tener el primer campeón fuera de los Estados Unidos y muy popular en diferentes regiones de Rusia y en España.

Otro mito que se va a caer es que el primer videojuego que existió fue el Pong lanzado por la empresa Atari Inc el 29 de noviembre de 1972. Pong es el juego que cambió la perspectiva de todo pues fue el primero en comercializarse, pero antes que él existieron otros como el OXO (un juego de tres en raya de Alexander Douglas en 1952) o el Spacewar! creado en el 62 donde dos naves intentaban autodestruirse, evitando también las diferentes trampas del espacio (no confundir con el Space Invaders que fue en 1978).

Tras el Pong la industria de los videojuegos de la primera generación comenzó a expandirse, pero su boom no llegó hasta 1979 cuando consiguieron integrar la visualización de los vectores, pasando de juegos exclusivamente verticales u horizontales, a incluir en ellos movimientos diagonales y con ello un abanico de posibilidades.

Con esta revolución se crearon las recreativas a comienzos de los 80, pudiendo jugar a tus programas favoritos por un módico precio en una caja de madera vertical con un televisor incrustado, manejándolos con una palanca que conocemos como joystick y una serie de botones que al apretarlos sucedían diferentes acciones.

Más tarde añadieron gadgets, como escopetas, ametralladoras, volantes, pedales, sillas de coche, motos enteras... Los gráficos fueron mejorando y pasamos de jugar casi con nuestra imaginación de lo que ocurría en el juego a ver cosas alucinantes.

Más de 30 años de diversión en diferentes establecimientos, ya fueran bares, centros lúdicos o lugares específicos de recreativas que fueron decayendo a mediados de la primera década del siglo XXI al tener todos los chavales en sus casas consolas de última generación con juegos que igualaban o incluso superaban a los de aquellas cajas de madera en las que muchos pasábamos algunas tardes.