Orígenes históricos de la Navidad: entre las Saturnales, el solsticio y la cronología del nacimiento de Jesús por Paya Frank

Publicado el 16 diciembre 2025 por Frank Paya @payafrank

Este artículo examina el origen histórico de la Navidad desde una perspectiva comparada, integrando fuentes romanas, judías y cristianas. Se analizan las Saturnales y el culto al Sol Invicto como antecedentes culturales, la fijación tardía del 25 de diciembre como fecha cristiana, y las propuestas cronológicas sobre el nacimiento de Jesús basadas en datos históricos, calendarios antiguos y consideraciones climáticas. Finalmente, se presenta la hipótesis del nacimiento durante la festividad judía de Sucot, así como la conversión aproximada de dicha fecha a los calendarios romano y hebreo.

1. Introducción

La celebración de la Navidad, tal como se conoce en la actualidad, es el resultado de un proceso histórico complejo en el que confluyen tradiciones religiosas, prácticas sociales y simbolismos solares propios del Mediterráneo antiguo. Aunque la festividad cristiana conmemora el nacimiento de Jesús, su configuración histórica se superpone a un conjunto de celebraciones preexistentes vinculadas al solsticio de invierno. Este artículo propone un análisis académico de dichas influencias, así como una revisión crítica de la cronología del nacimiento de Jesús.

2. El solsticio de invierno en el Mediterráneo antiguo

El solsticio de invierno constituía un hito astronómico y simbólico para las culturas mediterráneas. Representaba el punto de máxima oscuridad del año y, simultáneamente, el inicio del ascenso solar. Este fenómeno dio lugar a rituales centrados en la luz, la renovación y la esperanza. En este contexto se inscriben las Saturnales romanas y, posteriormente, el culto al Sol Invicto, ambos fundamentales para comprender la elección del 25 de diciembre como fecha cristiana.

3. Las Saturnales: estructura y significado

Las Saturnales, celebradas entre el 17 y el 23 de diciembre, constituían una de las festividades más populares de Roma. Dedicadas al dios Saturno, combinaban elementos religiosos, sociales y lúdicos. Entre sus características principales destacan:

  • Inversión simbólica del orden social, que permitía a esclavos y amos intercambiar roles de manera ritual.

  • Intercambio de regalos, especialmente velas y figurillas de barro (sigillaria).

  • Decoración con plantas perennes y uso de luces para simbolizar el retorno progresivo del sol.

  • Banquetes públicos y privados, que reforzaban la cohesión comunitaria.

En las provincias occidentales del Imperio, incluida Hispania, estas prácticas se integraron con tradiciones locales, generando un ciclo festivo de notable continuidad cultural.

4. El 25 de diciembre y el culto al Sol Invicto

A partir del siglo III d. C., el Imperio Romano promovió el dies natalis Solis Invicti (nacimiento del Sol Invicto), celebrado el 25 de diciembre. Esta fecha coincidía con el renacimiento simbólico del sol tras el solsticio. La centralidad del culto solar en la política imperial —especialmente bajo Aureliano— consolidó el 25 de diciembre como un día de fuerte carga simbólica en todo el Mediterráneo.

5. La fijación cristiana del 25 de diciembre

Los Evangelios no proporcionan una fecha para el nacimiento de Jesús. La elección del 25 de diciembre se produjo en el siglo IV, cuando el cristianismo, ya legalizado y posteriormente oficializado, adoptó esta fecha. La decisión respondió a criterios pastorales y culturales: superponer una festividad cristiana a celebraciones paganas profundamente arraigadas facilitaba la transición religiosa sin ruptura social.

Así, la Navidad se configuró como una síntesis: cristiana en su significado teológico, pero heredera de formas rituales romanas y mediterráneas.

6. Cronología histórica del nacimiento de Jesús

La investigación histórica sitúa el nacimiento de Jesús entre los años 7 y 4 a. C., basándose en dos referencias principales:

  1. El reinado de Herodes el Grande, cuya muerte se produjo en el 4 a. C.

  2. Consideraciones climáticas y pastoriles, que sugieren un nacimiento fuera del invierno, dado que los pastores se encontraban al aire libre con sus rebaños.

La ausencia de un “año 0” y los errores de cálculo del monje Dionisio el Exiguo en el siglo VI explican la discrepancia entre la cronología histórica y el calendario cristiano tradicional.

7. Conversión cronológica: calendarios romano y hebreo

Si se adopta como hipótesis un nacimiento en torno al 4 a. C., la conversión a otros sistemas calendáricos es la siguiente:

7.1. Calendario romano (Ab Urbe Condita)

El año 4 a. C. corresponde aproximadamente al:

  • Año 750 A.U.C. (desde la fundación de Roma en 753 a. C.).

7.2. Calendario hebreo

Diversas propuestas sitúan el nacimiento en el año hebreo:

  • 3758,

  • concretamente en 15 de Tishri,

  • coincidiendo con el primer día de Sucot.

Esta fecha corresponde aproximadamente a octubre del 4 a. C. en el calendario gregoriano moderno.

8. La hipótesis del nacimiento durante Sucot

La festividad judía de Sucot, o Fiesta de las Cabañas, presenta varios elementos que han llevado a algunos estudiosos a proponerla como marco del nacimiento de Jesús:

  • Es una fiesta de peregrinación, lo que explicaría la afluencia de personas en Belén.

  • Se celebra en otoño, cuando los pastores aún permanecen al aire libre.

  • Su simbolismo —la presencia de Dios “habitando” entre su pueblo— ofrece una lectura teológica coherente con la narrativa Judeocristiana.

Aunque no existe consenso académico, esta hipótesis integra de manera armónica datos históricos, climáticos y simbólicos.

9. Conclusión

La Navidad, tal como se celebra hoy, es el resultado de un proceso de continuidad y transformación cultural. Su fecha, sus símbolos y muchas de sus prácticas proceden de un sustrato mediterráneo anterior al cristianismo, especialmente de las Saturnales y del culto solar romano. Sin embargo, su significado teológico es propiamente cristiano. La cronología histórica del nacimiento de Jesús, situada probablemente entre los años 7 y 4 a. C., muestra que la elección del 25 de diciembre fue una decisión litúrgica y cultural, no histórica.

Este entrelazamiento de tradiciones paganas, judías y cristianas convierte a la Navidad en una de las festividades más ricas y complejas del calendario occidental, testimonio de la capacidad humana para reinterpretar y resignificar los ciclos naturales y las celebraciones comunitarias.

por Paya Frank