Oliver tiene diecisiete años y vive en una pequeña ciudad llamada Luria. Su día a día no es tan diferente del de cualquier adolescente: levantarse, discutir con Aubree, ir al instituto, volver a discutir con Aubree, regresar a casa… Y salvar la ciudad siendo Orikel, el héroe del que todo el mundo habla. Pero hasta los héroes más valientes necesitan ayuda, aunque eso signifique tener que mentir a la persona que te cura las heridas noche tras noche.
Ser compañeros es más complicado de lo que puede parecer, pero cuando confías ciegamente en alguien, eres capaz hasta de saltar al vacío sin importar las consecuencias. Es ahora cuando deberán poner a prueba esa confianza: Hestia ha regresado.
Los héroes lloran, los héroes sangran y, sobre todo, los héroes también mueren.
Gracias a la editorial por el envío del ejemplar.
¡Hola! Hoy os traigo la última entrada de este mes. En julio habrá otras entradas además de reseñas porque tendré más tiempo. No sé si habrá más que este mes -espero que sí- pero lo que sí puedo aseguraros es que habrá más variedad. Dicho eso voy a pasar a hablaros de mi última lectura que si bien me llamaba la atención por su portada al final me acabó decepcionando.
La premisa para mí era buena: Oliver es un chico de dieciséis años que por la mañana es un estudiante normal y por la noche se convierte en Orikel, el héroe de la ciudad Luria. A pesar de eso se las apaña para pasar de curso y seguir discutiendo con su vecina Aubree e incluso a veces tiene pequeñas discusiones con su madre. Todo normal. Hasta que un nuevo peligro amenaza la ciudad y Oliver necesitará ayuda de quien menos se lo espera.
La verdad es que hasta aquí todo bien. Tiene sus clichés pero como toda historia de superhéroes, de hecho en cierto modo me recordaba un poco a Spiderman. El problema es que para mí todo esto no está bien explotado. Parto de la base de que cada uno tiene su opinión y su gusto pero para el mí la historia se ha quedado a un veinte por ciento de lo que realmente prometía.
El problema principal es que he sentido que el 70% del libro era todo el rato lo mismo: Oliver en su rutina, Oliver descansando, Oliver discutiendo, Oliver llorando... Pero lo que es en sí la trama de Orikel y Hestia entra demasiado tarde y todo eso ha hecho que perdiera interés en la historia hasta el punto de salirme completamente. Me ha dado mucha rabia porque al final se comenzaba a vislumbrar por dónde podía tirar la historia y tiene buena pinta pero para mí ha sido demasiado introductorio. Que no me habría importado, ojo, pero si en ese caso hubiera tenido más páginas de trama.
Por otro lado tampoco se explica cuándo Oliver pasó a ser Orikel, en que momento descubre todo, cómo fue su proceso de aceptación... Y demás cosas que no voy a comentar para evitar spoilers pero son cosas fundamentales que para mí eso tiene que estar en el primer libro para poder ubicarte y sentar las bases de la historia. Que sí, que queda la segunda y última parte pero para mí eran necesarios en este.
Y el tercer punto que me ha fallado es la relación de Oliver y Aubree. Me ha parecido super tóxica. Sí, se insultan mutuamente pero el nivel de Aubree no se puede comparar al de Oliver. Menuda manera de pasarse ochenta pueblos. No he podido con ella, me ha parecido desagradable e insoportable hasta decir basta y para mí no son un buen combo. Pero bueno, a ver cómo acaba la cosa en el siguiente libro.
Por todo esto la verdad es que no he terminado de disfrutar la historia aunque sí que me ha gustado cómo escribe Isabel así que no le perderé la pista de cara al futuro <3.