Ortega y Gasset, Educación para la ciudadanía y ley LOMCE.

Por Zoosofia

“Quien pese bien el sentido de las palabras “educación del hombre”, no puede menos que soltar una carcajada cuando lee que el fin de la educación, nada menos que el fin es educar ciudadanos. Sería como decir, con otras palabras, que el fin de la educación es enseñar a los hombres a usar el paraguas. ¡Ciudadano! ¿Y todo lo demás que el hombre es mucho más profundamente que ciudadano, más permanentemente? ¿Quién no advierte el increíble error de perspectiva que esa doctrina pedagógica comete? Esta manera de pensar, además de errónea, me parece de una modestia excesiva. Se supone que pedagogía debe debe adaptarse a la política, con lo cual, entre otras cosas, nos sometemos a un nuevo factor de anacronismo. Cuando se considera que el fin de la educación es hacer de los niños ciudadanos útiles para los fines de un Estado determinado,  se olvida que mañana, al ser los hombres niños, el Estado para el cual se los educó ha cambiado.”

Para una lectura más actual sustitúyase el término  ”ciudadano”  por el de “trabajador competitivo” y “Estado” por  ”mercado”.