Fue precisamente con una piedra de toque para todo pianista, el Concierto para piano número 2 de Chopin, la obra con la que esta joven promesa convenció ampliamente al auditorio, dando sobradas muestras de una absoluta penetración en el universo expresivo del compositor polaco. Apoyada en un acompañamiento orquestal respetuoso y equilibrado, pero en todo momento muy presente, Ah Ruem Ahn exhibió un sentido pleno de la musicalidad en una interpretación que se ha mostrado verdaderamente excelente y admirable a nivel técnico y de expresión.
Seguir leyendo