¿Os apuntáis a un viaje sin retorno a Marte en 2023?

Publicado el 23 abril 2013 por Insomniofreak @InsomnioFreak

El proyecto privado holandés Mars One, que pretende establecer una colonia humana permanente en Marte, ha comenzado a seleccionar voluntarios para enviarlos a un viaje sin retorno al Planeta rojo a partir de 2023. La selección de astronautas está abierta a cualquier persona que cumpla los requisitos de ser mayor de edad (18 años o más), tener buena salud, ciertas aptitudes de supervivencia y un conocimiento adecuado del inglés (Si estás interesado, aquí puedes resolver todas tus dudas). No parecen demasiadas exigencias para convertirse en los primeros humanos que pisen la superficie del mundo vecino, una hazaña que se adelantaría incluso a los planes de la NASA si es que la compañía es capaz de cumplir lo que anuncia. La idea es tan audaz tanto desde el punto de vista económico como humano que prácticamente roza lo imposible.

La solicitud de una candidatura debe hacerse online a través deapply.mars-one.com hasta el 31 de agosto de 2013. Será la primera de las cuatro rondas que conforman el procedimiento de selección. Los voluntarios elegidos a finales de año serán incluidos en la primera tripulación que viajará a Marte dentro de una década; estarán acompañados de los que sean seleccionados en las rondas posteriores. Ofrecerse como voluntario tiene un precio que varía según los países en función de su PIB per capita -ronda los 38 dólares-, dinero que, según la compañía, servirá para financiar la misión y que al mismo tiempo evita solicitudes de gente que no esté seriamente interesada.

Curiosos y creativos

«Estamos muy entusiasmados con el lanzamiento del programa de selección. Con la primera ronda abrimos las puertas de Marte a todo el mundo en la Tierra. Se trata de una misión internacional y es muy importante para el proyecto que cualquier persona en cualquier lugar puede preguntarse: ¿Quiero esto? ¿Estoy listo para esto? Si la respuesta es sí, entonces queremos saber de ti», ha afirmado Bas Lansdorp, cofundador de Mars One, desde Nueva York, donde presentó el proceso de selección.

En el último año, la iniciativa ha recibido 10.000 mensajes de posibles candidatos de más de 100 países. La compañía espera un número sin precedentes de solicitudes y no tendrán en cuenta una formación académica específica. «Atrás han quedado los días en que la valentía y el número de horas de vuelo en un avión supersónico fueron los criterios principales», apuntaba Norbert Kraft, director médico de Mars One y exinvestigador de la NASA. «Para esta misión de asentamiento permanente estamos más preocupados con lo bien que (el voluntario) vive y trabaja con los demás y su capacidad para hacer frente a toda una vida de desafíos».

La compañía prefiere a candidatos que tengan una buena salud física y mental y que muestren cinco características claves de carácter:resiliencia, adaptabilidad, curiosidad, capacidad de confiar en los demás y creatividad.

Colonia permanente

La Mars One Foundation se presenta como una organización sin ánimo de lucro que pretende enviar humanos a Marte para establecer el primer asentamiento permanente fuera de la Tierra. En 2016 sería enviado un satélite para hacer una primera aproximación al terreno. Dos años después, un robot analizaría la mejor localización para establecer el campamento base. El primer grupo emprendería el viaje de siete meses en 2022 para llegar al Planeta rojo al año siguiente. Cada dos años, sería enviado un nuevo grupo. Allí los colonos establecerían un hábitat autosuficiente con la ayuda de rovers. Vivirían en casitas de 50 metros cuadrados y cultivarían sus alimentos. En cada viaje la tripulación estarían formada por dos hombres y dos mujeres, para que puedan reproducirse, aunque no se enviarán parejas. Cámaras instaladas por toda la base retransmitirán a la Tierra cómo es la vida allí, de forma que «Mars One» también podría convertirse en el primer «Gran Hermano» desde el espacio.

El plan ha sido diseñado utilizando la tecnología existente disponible a través de la industria espacial privada. Es apoyado por científicos comoel holandés Gerardt Hooft, premio Nobel de Física en 1999, aunque es tan ambicioso que ha despertado muchas dudas sobre su viabilidad por multitud de cuestiones, incluidos los peligros, por ejemplo, de la radiación. Además, ¿es muy estable alguien que se ofrece para ir a otro planeta sabiendo que nunca va a volver? «Todavía soy escéptico, pero esto es técnicamente posible», ha dicho Hooft.