No hubo sorpresa final con los carteles que había adelantado Antonio M. Romero en el diario SUR. Algunos maledicentes me recordaban que Antonio Roche, ahora en funciones de asesor taurino de Diputación, es periodista de ese mismo rotativo. ¡Cómo son algunos! Sobre los carteles se hicieron comentarios para todos los gustos, pero casi todos iban en la dirección de que no eran los esperados y tan solo se veían un par de ellos rematados, los de los días 16 (Juli, Manzanares y Fortes) y 18 (Morante, Manzanares y Fortes), que seguramente serán los que lleven más gente a la plaza. No habrá que olvidar la corrida del domingo 12 con Padilla y los “mediáticos” Rivera “Paquirri” y El Fandi que también pueden traer público. Que para el aficionado además de estos dos festejos es de interés la novillada picada con la presencia de Gómez del Pilar y en la que hará su debut con los montados el malagueño Fernando Rey. También de interés la de Alcurrucén, siempre que el encierro que se traiga salga similar en presencia y en comportamiento a la que se lidió en Las Ventas. Se agradece la ausencia de los “toros artistas” de Juan Pedro, ganadería que está podrida de casta. Gusta la presencia de la ganadería del Pilar que anda en estos momentos encastadita.
El Fundi, con todo merecimiento, se despedirá de Málaga con la de Guardiola, aunque la presencia de José Luis Moreno y de Luis Bolívar, ambos en mal momento, no se justifica, a no ser por motivos económicos. Al igual que Leandro a quien apodera la casa Chopera y Javier Conde tras su estrepitoso fracaso en la pasada corrida Picassiana. En el momento en que durante su intervención Óscar Chopera nombró a Conde (en el vídeo en el minuto 2:15s), algunos de los presentes hicieron manifiestas sus sonoras protestas por la presencia del diestro malagueño, viviéndose un momento de cierta tensión. El resto de malagueños, salvo Mari Paz Vega acartelada en un festejo poco atractivo, salen bien parados. Jiménez Fortes, colocado en los dos mejores carteles, está obligado a cosechar el triunfo rotundo que esperamos los aficionados. Por su parte, Salvador Vega se las verá ante hierros en principio más complicados, pues hará el paseíllo en la de Alcurrucén junto a Ponce y Perera, y en septiembre estoqueará la de La Quinta en compañía de Curro Díaz y uno de los triunfadores de la feria. Pero en esta fecha seguramente estaremos en los tendidos cuatro gatos.
Algunos echaban en falta la presencia de matadores como El Cid, Daniel Luque o Cayetano. Pero las ausencias de Castaño, torero que ha despertado gran interés entre los aficionados, y sobre todo las de David Mora y Fandiño son para las que no se encuentra justificación, aunque hubieran toreado ya en la Malagueta en la pasada corrida de la Prensa del mes de junio.
En cuanto a las ganaderías, seguimos con el consabido predominio del encaste Domecq y se han echado en falta la presencia de ganaderías como las de Fuente Ymbro, que parecía segura en esta feria, o la de Torrestrella en un gran momento como ha demostrado en Sevilla y Madrid. Algún iluso echaba en falta ganaderías como la de Victorino, Cuadri y Escolar, y comentaba que la ganadería de Fuente Ymbro estaba gafada en Málaga.
Bien recibida la presencia del rejoneador local José Antonio Mancebo y la corrida de rejones con la que finaliza la feria en la que actuarán las máximas figuras del rejoneo: Hermoso de Mendoza, Diego Ventura y Leonardo Hernández.
La verdad sea dicha, es que no hay mucha más cera que la que arde en cuestión de coletudos. La crisis económica y de afición, y la ausencia de figuras con verdadero tirón taquillero, no auguran una buena feria para la empresa. Lo he manifestado hasta la saciedad, son muchos festejos para los tiempos que están corriendo. Tal es así que otro maledicente me comentaba que esta va a ser una feria ruinosa, y sin contar con la subida del IVA que se avecina, que va a obligar a la empresa dejar la Malagueta. ¡Mira que hay agoreros! Desde luego, yo no deseo que eso ocurra, porque entre otras razones el plantel de empresarios actuales da miedo, y la autogestión pánico. Al final sonaba un nombre que no estará en la Malagueta, el diestro de Galapagar, el único que llena las plazas y con el que hacen su agosto restaurantes y establecimientos hosteleros. Y yo me preguntaba con cierta desazón; y después de José Tomás, ¿qué?