Oslo, 31 de agosto

Publicado el 04 febrero 2014 por Palomitos @PalomitosWeb

En el cine tiene que haber de todo. No todas las historias tienen que ser bonitas o terminar bien. Incluso algunas películas pueden ser totalmente desesperanzadoras. Oslo, 31 de agosto entra dentro de esta categoría. Desde la primera escena hasta el último plano. A Anders, el joven protagonista de la historia, las cosas no le han ido bien, y viviremos un día con él: el último día de un frío verano nórdico que sin remedio le llevará a un triste otoño. Aunque lejos de cebarse en el drama, la peli lo cuenta todo con sobriedad, prefiriendo el silencio al exceso de texto. Consigue ser increíblemente tensa desde una calma casi absoluta. Es una película tan devastadora que puede que entres al cine con el cielo despejado y al salir la lluvia te acompañe a casa.


Lo mejor:
cómo consigue que empaticemos con el protagonista.
Lo peor: su ritmo calmado y su pesimismo no son para todos los públicos.