En la playa había otros migrantes, como un bando de 23 chorlitos dorados Pluvialis apricaria. Como comenté hace unos días pequeños grupitos de esta especie se dejan ver por la rasa costera entre los meses de octubre y noviembre.
Para estas pequeñas aves es una bendición que las mareas hayan dejado una pequeñas franja de piedras donde pueden reposar relativamente aislados de la marea de gente y perros que cada día asalta la playa.
También en Bañugues permanece un pequeño grupo de 6 chorlitejos grandes Charadrius hiaticula, tanto adultos...
como jóvenes del año.
Otros años a estas alturas ya estaban establecidos los invernantes de esta especie, a ver que ocurre con estas 6 aves.