Y ahí se encontraba, nuevamente caminando hacía el parque, recordando una y otra vez la habitación destrozada donde había desaparecido Jack. Realizó todo el camino más lento de lo normal, como si su cuerpo no estaría dispuesto a dejar de ir a ese lugar.Luego de pasar por el centro, caminó varías cuadras más y había llegado. Se estaba acercando al mismo lugar donde solía sentarse todos los días, hasta que su vista captó a un hombre sentado.«No puede ser» pensó sin poder creer que de todas las personas que podían haber tomado ese asiento, tenia que ser él. Cuando había decidido escapar, el ya la había visto, y no tenía ganas de parecer una cobarde, aunque ciertamente lo era.Se acercó a paso lento y se sentó mirando el paisaje, sin decir una palabra mas que «Hola». John la miró y respondió el saludo riéndose por sin emitir sonido.Sam lo miró con los ojos entrecerrados y desconcertada—¿Puedo saber que es tan gracioso?John respiró hondo y apoyó todo su peso en el banco.—Eres realmente graciosa. Tratas de evitarme, pero te sale tremendamente mal.Sam suspiró. —Ok. Lo admito, estás en lo cierto. Pero en los tres días que llevas viviendo aquí y has aparecido en cada momento que necesitaba aclarar cosas en mi cabeza. —dijo cruzandose de brazos sin quitar la vista de lo que sea que estaba mirando. —Y realmente Kate tampoco ayuda mucho que digamos. —agregó bajando la voz.—¿Hace mucho que son amigas? —preguntó John.Sam lo miró de reojo y respondió—Hace seis años. ¿Y…y tú, vives solo?—Si, tengo algunos asuntos en el pueblo. —se limitó a responder —¿Sueles venir a este parque? Por la expresion que tenías parecería como si hubiera profanado tu banco.—Prefiero no hablar de eso. Además hoy se supone que es la última vez que vengo aquí, así que puedes quedartelo.John se quedó callado. Hacía rato que observaba movimientos en el parque, y tenía una extraña sensación de que no eran habitantes del pueblo quienes merodeaban detrás de los árboles.Sam miró sus puños, los tenia tan apretados que daba la sensación de que se iba a lastimar en cualquier momento.—¿Es…estás bien? —dijo tartamudeando. Maldiciendo a la vez por hacerlo, pero había algo en su mirada que la hacía sentir nerviosa.John volvió en si y en menos de lo que Sam pudo parpadear, la había tomado de la mano haciéndola levantar de un tirón y comenzó a correr, llevándola consigo.Sam quería soltarse, pero John era demasiado fuerte, le gritaba que se detuviera pero seguía sin escucharla. En menos de seis minutos estaban en la casa de Sam.—Sam. Abre la puerta. —le dijo John bastante cortante.Hacía tiempo que Sam no corría, pero la orden de John la había dejado aún mas sin aliento.—Sam. Abre la puerta. —le volvió a repetir con tono mas preocupado.Sam no entendía absolutamente nada de lo que pasaba ¿Acaso John le estaba dando ordenes?Cuando abrió la puerta, John la empujó hacia adentro de la casa haciendo que casi pierda el equilibrio.—¿Se puede saber que carajos te pasa? —preguntó Sam mientras John cerraba la puerta con llave y le preguntaba—¿Tienen otra entrada además de esta?—No. ¿Puedes explicarme que sucede?John miró por la pequeña ventana que estaba al costado de la puerta y cerró la cortina.—Creo que nos estaban siguiendo. Creo que eran ellos.—¿Ellos?—Si. Creo que por el momento, lo más seguro es que te quedes adentro de la casa.—Sigues sin explicarme que sucede. Si esto tiene algo que ver con tus asuntos pendientes, por favor no me metas en ellos. —se quejó Sam y John la miró, haciendo que los segundos se congelen.—Realmente no lo sabes. —murmuró John casi sorprendido y viendo como Sam fruncía el ceño a su afirmación. —Ellos son quienes se llevaron a Jack y estoy seguro que venian por ti.Sam no sabía si sostenerse de la pared o simplemente desmayarse ahí mismo. De todas las cosas que podrían haberle dicho en ese momento no se compararía con lo que había oído de John.—¿TÚ SABES DONDE ESTÁ JACK? —gritó volviendo en si mientras se acercaba a John —¿TÚ SABES…—Sam, ¿Puedes bajar la voz?—…¡MALDITO BASTARDO! DIME LO QUE SABES DE UNA PUTA VEZ. —seguía gritando mientras le comenzaba a golpear el pecho con los puños. John la tomó por los codos tratando de calmarla, pero era bastante fuerte.—Sam…no me provoques y baja la voz —volvió a decir John.—¿QUÉ NO TE PROVOQUE? ¿TE DAS CUENTA LO QUE ACABAS DE DECIR Y TU QUIERES QUE ME CALME?Para John eso fue suficiente, la agarró por los cintura y mientras Sam pataleaba la sentó en el sillón y mientras le tapaba la boca con las manos le dijo—Si no puedes bajar tu histérica voz, no voy a poder contestarte. Ahora te voy a soltar y me vas a escuchar ¿Entendido? —dijo con tono menos amenazador que antes. En respuesta, Sam revoleó los ojos y asintió. Siguió con la vista a John que se apoyó en la biblioteca de la sala.—No se nada sobre Jack. Solamente existe la teoria de que se lo han llevado, aún no estamos seguros. No hay rastros de él por ningún lado.—¿Eres policia? —preguntó Sam un poco desconsertada y John rió. «Maldito deja de reírte así» pensó.—¿Tú me ves como un policia? Creo que estoy muy lejos de eso.—Entonces ¿Qué eres? ¿Para quién trabajas? ¿Cómo sabes acerca de Jack?—Creo que aún no estas preparada para esas respuestas. —hizo una pausa y finalmente dijo —Creo que debemos hablarlo más…No terminó de decir la frase. Kate estaba entrando a la casa con Sebastian. Primero miró a John y luego a Sam.—¡Sam! Me alegro que estés tan bien acompañada. ¡Hola John! Que gusto verte por aquí. ¿Quieres quedarte a cenar? Sebastian tambien se queda. —preguntó inocentemente ignorando la tensión de Sam.John se enderezó —En realidad, no creo que sea una buena idea…—dijo rascandose la cabeza.—¡Si John, quédate! Pasaremos una linda noche —dijo de pronto Sam sorprendiendo a John, aunque no tanto como a su amiga. —Además tenías que terminar de contarme sobre tu amigo. —agregó con una sonrisa casi macabra.John la miró entrecerrando los ojos y luego miró a Kate y le dijo que se quedaría. Y así Kate se dirigió a su cuarto seguida por Sebastian que paso saludando tanto a Sam como a John con un asentimiento mientras subía cargado de bolsas.Cuando por fin quedaron completamente solos, John se acercó a Sam que seguía sentada en el sillón y le dijo al oído—Ya voy a encontrar la forma de vengarme por eso.Ignorando el escalofrío que recorrió por todo su cuerpo al sentir el amenazador aliento de John tan cerca, Sam lo miró a los ojos con el ceño fruncido.—¡Oh, por favor! Déjate de hacer el misterioso y habla de una vez.Other Life por Florencia Aliano se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.
Y ahí se encontraba, nuevamente caminando hacía el parque, recordando una y otra vez la habitación destrozada donde había desaparecido Jack. Realizó todo el camino más lento de lo normal, como si su cuerpo no estaría dispuesto a dejar de ir a ese lugar.Luego de pasar por el centro, caminó varías cuadras más y había llegado. Se estaba acercando al mismo lugar donde solía sentarse todos los días, hasta que su vista captó a un hombre sentado.«No puede ser» pensó sin poder creer que de todas las personas que podían haber tomado ese asiento, tenia que ser él. Cuando había decidido escapar, el ya la había visto, y no tenía ganas de parecer una cobarde, aunque ciertamente lo era.Se acercó a paso lento y se sentó mirando el paisaje, sin decir una palabra mas que «Hola». John la miró y respondió el saludo riéndose por sin emitir sonido.Sam lo miró con los ojos entrecerrados y desconcertada—¿Puedo saber que es tan gracioso?John respiró hondo y apoyó todo su peso en el banco.—Eres realmente graciosa. Tratas de evitarme, pero te sale tremendamente mal.Sam suspiró. —Ok. Lo admito, estás en lo cierto. Pero en los tres días que llevas viviendo aquí y has aparecido en cada momento que necesitaba aclarar cosas en mi cabeza. —dijo cruzandose de brazos sin quitar la vista de lo que sea que estaba mirando. —Y realmente Kate tampoco ayuda mucho que digamos. —agregó bajando la voz.—¿Hace mucho que son amigas? —preguntó John.Sam lo miró de reojo y respondió—Hace seis años. ¿Y…y tú, vives solo?—Si, tengo algunos asuntos en el pueblo. —se limitó a responder —¿Sueles venir a este parque? Por la expresion que tenías parecería como si hubiera profanado tu banco.—Prefiero no hablar de eso. Además hoy se supone que es la última vez que vengo aquí, así que puedes quedartelo.John se quedó callado. Hacía rato que observaba movimientos en el parque, y tenía una extraña sensación de que no eran habitantes del pueblo quienes merodeaban detrás de los árboles.Sam miró sus puños, los tenia tan apretados que daba la sensación de que se iba a lastimar en cualquier momento.—¿Es…estás bien? —dijo tartamudeando. Maldiciendo a la vez por hacerlo, pero había algo en su mirada que la hacía sentir nerviosa.John volvió en si y en menos de lo que Sam pudo parpadear, la había tomado de la mano haciéndola levantar de un tirón y comenzó a correr, llevándola consigo.Sam quería soltarse, pero John era demasiado fuerte, le gritaba que se detuviera pero seguía sin escucharla. En menos de seis minutos estaban en la casa de Sam.—Sam. Abre la puerta. —le dijo John bastante cortante.Hacía tiempo que Sam no corría, pero la orden de John la había dejado aún mas sin aliento.—Sam. Abre la puerta. —le volvió a repetir con tono mas preocupado.Sam no entendía absolutamente nada de lo que pasaba ¿Acaso John le estaba dando ordenes?Cuando abrió la puerta, John la empujó hacia adentro de la casa haciendo que casi pierda el equilibrio.—¿Se puede saber que carajos te pasa? —preguntó Sam mientras John cerraba la puerta con llave y le preguntaba—¿Tienen otra entrada además de esta?—No. ¿Puedes explicarme que sucede?John miró por la pequeña ventana que estaba al costado de la puerta y cerró la cortina.—Creo que nos estaban siguiendo. Creo que eran ellos.—¿Ellos?—Si. Creo que por el momento, lo más seguro es que te quedes adentro de la casa.—Sigues sin explicarme que sucede. Si esto tiene algo que ver con tus asuntos pendientes, por favor no me metas en ellos. —se quejó Sam y John la miró, haciendo que los segundos se congelen.—Realmente no lo sabes. —murmuró John casi sorprendido y viendo como Sam fruncía el ceño a su afirmación. —Ellos son quienes se llevaron a Jack y estoy seguro que venian por ti.Sam no sabía si sostenerse de la pared o simplemente desmayarse ahí mismo. De todas las cosas que podrían haberle dicho en ese momento no se compararía con lo que había oído de John.—¿TÚ SABES DONDE ESTÁ JACK? —gritó volviendo en si mientras se acercaba a John —¿TÚ SABES…—Sam, ¿Puedes bajar la voz?—…¡MALDITO BASTARDO! DIME LO QUE SABES DE UNA PUTA VEZ. —seguía gritando mientras le comenzaba a golpear el pecho con los puños. John la tomó por los codos tratando de calmarla, pero era bastante fuerte.—Sam…no me provoques y baja la voz —volvió a decir John.—¿QUÉ NO TE PROVOQUE? ¿TE DAS CUENTA LO QUE ACABAS DE DECIR Y TU QUIERES QUE ME CALME?Para John eso fue suficiente, la agarró por los cintura y mientras Sam pataleaba la sentó en el sillón y mientras le tapaba la boca con las manos le dijo—Si no puedes bajar tu histérica voz, no voy a poder contestarte. Ahora te voy a soltar y me vas a escuchar ¿Entendido? —dijo con tono menos amenazador que antes. En respuesta, Sam revoleó los ojos y asintió. Siguió con la vista a John que se apoyó en la biblioteca de la sala.—No se nada sobre Jack. Solamente existe la teoria de que se lo han llevado, aún no estamos seguros. No hay rastros de él por ningún lado.—¿Eres policia? —preguntó Sam un poco desconsertada y John rió. «Maldito deja de reírte así» pensó.—¿Tú me ves como un policia? Creo que estoy muy lejos de eso.—Entonces ¿Qué eres? ¿Para quién trabajas? ¿Cómo sabes acerca de Jack?—Creo que aún no estas preparada para esas respuestas. —hizo una pausa y finalmente dijo —Creo que debemos hablarlo más…No terminó de decir la frase. Kate estaba entrando a la casa con Sebastian. Primero miró a John y luego a Sam.—¡Sam! Me alegro que estés tan bien acompañada. ¡Hola John! Que gusto verte por aquí. ¿Quieres quedarte a cenar? Sebastian tambien se queda. —preguntó inocentemente ignorando la tensión de Sam.John se enderezó —En realidad, no creo que sea una buena idea…—dijo rascandose la cabeza.—¡Si John, quédate! Pasaremos una linda noche —dijo de pronto Sam sorprendiendo a John, aunque no tanto como a su amiga. —Además tenías que terminar de contarme sobre tu amigo. —agregó con una sonrisa casi macabra.John la miró entrecerrando los ojos y luego miró a Kate y le dijo que se quedaría. Y así Kate se dirigió a su cuarto seguida por Sebastian que paso saludando tanto a Sam como a John con un asentimiento mientras subía cargado de bolsas.Cuando por fin quedaron completamente solos, John se acercó a Sam que seguía sentada en el sillón y le dijo al oído—Ya voy a encontrar la forma de vengarme por eso.Ignorando el escalofrío que recorrió por todo su cuerpo al sentir el amenazador aliento de John tan cerca, Sam lo miró a los ojos con el ceño fruncido.—¡Oh, por favor! Déjate de hacer el misterioso y habla de una vez.Other Life por Florencia Aliano se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.