Hace tanto tiempo que no escribo en el blog de forma periódica que me he dado cuenta de que hay muchas cosas que no te he contado pero que a su vez, no sé por dónde empezar.
Llevo días pensando en que quiero volver a meterle caña a esto que tanto me gusta, porque he perdido ese hábito de vomitar aquí mis movidas. Sobre todo porque últimamente he recibido varios mensajes de personas a las que este sitio les ayuda mucho, y a mí eso me llena profundamente.
No sé si recuerdas que te conté en algún post que este blog había sido penalizado por Google. Pues bien, poquito a poco se va recuperando y con ello mis ánimos. Haber visto caído mi trabajo de tantos años me había desmotivado muchísimo. Aún estoy lejos de las 120000 visitas mensuales que tenía antes, pero todo es ponerse, ¿verdad?
Además, como bien sabrás, hace cosa de un mes que los aceites esenciales han cambiado mi vida y la de mi familia completamente, y aunque ahora sea parte de mi trabajo, quiero compartir contigo todo lo que estoy descubriendo con ese mundo. Porque sí, porque por ese lado también estoy ayudando a muchas personas y es otro pedacito de mi vida que quiero compartir por aquí contigo.
Sin embargo, hoy vengo a contarte otra cosa que me trae de cabeza desde que nacieron los pollitos y eso son las otitis de repetición de Liam.
En la Seguridad Social consideran un máximo de 6 otitis por año para plantearse realizar acciones como poner drenajes u operar vegetaciones (para que haya más espacio para el moco y tal).
A estas alturas de año, Liam ya va por la 7ª u 8ª otitis (ya he perdido la cuenta, te lo juro).
Otitis serosas
Las otitis de Liam no empiezan siendo una infección como tal. Vienen de la acumulación del moco en los oídos y que debido a la presión que ejerce contra el tímpano, este acaba saliendo por la oreja.
Pero no solo por la oreja. He visto salirle moco hasta por los ojos, pareciendo un principio de conjuntivitis que luego no ha continuado gracias a que lo he prevenido.
El caso es que el problema es el moco, su acumulación y su salida por sitios que no debe. Ayer me reía en stories de Instagram diciendo que no entendía por qué no salía por los agujeros hermosos de su nariz. Pero vaya, bromas aparte, las vegetaciones son las culpables de que esto no pase.
Visita con otorrino
Antes de verano, cuando ya llevaba 6 otitis, pedí a su pediatra que le derivase al otorrino.
Tantas perforaciones de tímpano, tanto antibiótico… Estaba harta, la verdad y lo que quería era la opinión de un especialista.
El otorrino le vio y lo único que dijo fue que lo llevase a la playa cada día.
Claro, como si no tuviera otra cosa que hacer ni otros hijos que atender. Me dejó alucinada la facilidad que tuvo el médico para darme un tratamiento y la verdad es que no podíamos ir a la playa cada día porque, ¿dónde iba yo sola con 3 niños a la playa y dos de ellos de un año? Hay que chutarse algo muy fuerte para hacer algo así, ¡ja ja!
Fuimos a la playa, sí, pero en vacaciones y en familia. Y allí zambullí alegremente al pobre Liam que debió odiarme como nunca.
Sin embargo, a final de verano tuvimos otra otitis, a pesar de que le dieron un medicamento mucolítico con la intención de fluidificar los mocos.
Después de eso, coincidió con que teníamos la segunda visita al otorrino que le hizo una prueba de impedancia y le vio los dos oídos totalmente tapados.
Me dijo que no presentaba un buen pronóstico y que muchos de estos casos presentaban retraso en el habla y problemas para comer. ¡Toma ya!
Que le vigilásemos, que le hiciese un único lavado nasal al día, preferiblemente por la noche antes de dormir y que nos volveríamos a ver en diciembre.
Y así estamos ahora, con otra otitis tratándose con antibiótico en gotas y antihistamínicos que nos mandó ayer su pediatra con el objetivo de “secar el moco”.
Cuidado diario de los oídos
Recibo todo tipo de recomendaciones que agradezco de corazón, pero solo sigo aquellas que me parecen adecuadas.
Utilizar un sacamocos lo veía factible hasta que la fisioterapeuta respiratoria que visitamos antes de verano me lo desaconsejó. Por otro lado, aprendí a hacer correctamente los lavados nasales que hacía muy mal hasta el momento.
Esto de bien y mal también es relativo, porque he visto como otras personas creen que lo hacen bien y a mí me parece que lo hacen mal. Es el cuento de nunca acabar.
Compré un nebulizador porque vi que lo utilizaba la fisio, pero es tan difícil de utilizar con Liam despierto, que apenas lo utilizo.
Nuestra rutina simplemente consiste en realizar un lavado nasal por la noche antes de ir a dormir. ¡Ah! y en insistirle a Liam con que aprenda a sonarse, algo realmente difícil y que de momento no ha funcionado.
Ayuda de los aceites esenciales
Uno de los motivos por los que soy fan de estas sustancias, es porque desde que los uso desde el año pasado, he notado que funcionan muy bien en algunos casos.
Obviamente, no sustituyen a la medicina moderna, pero sí que ayudan a que algunos procesos curativos o víricos duren menos y eso siempre es de agradecer.
Voy a contarte cómo los he estado utilizando con Liam, porque creo que han ayudado a que esta siguiente otitis tardase más en aparecer, ya que hace más de un mes que está con mocos y no se ha puesto enfermo.
En primer lugar, utilizo el aceite esencial Thieves para reforzar el sistema inmune.
Tengo un roll-on de 10ml de aceite de jojoba en el que he diluido 7 gotas de Thieves. Este aceite puede irritar la piel, así que es importante diluirlo en función de la edad del bebé.
De forma preventiva, se lo empecé a poner una vez al día en la planta de los pies, normalmente antes de ir a dormir. Cuando he visto que moqueaban más o me enteré de que en su clase de la escuela infantil hubieron en total 7 casos de boca mano pie, aumenté la frecuencia y les ponía hasta 3 veces al día en las plantas de los pies y la columna vertebral.
Y después, para el tema de los mocos, utilizaba la mezcla RC (siglas de congestión respiratoria).
Me hice un roll-on para aplicarlo con más facilidad y poder ponérselo también a Liv. Esto lo he estado aplicando en pecho y espalda cuando los he visto congestionados o con mocos, con Liam bastante últimamente. Además, lo he combinado poniéndolo también en el difusor y en un tarro con agua caliente en el baño subiendo la temperatura.
Jamás me imaginé que me daría tanto placer ver como le cae el moco a mi hijo por la nariz, ¡ja ja! ¡Qué asquete!
Cuando vi que el oído empezaba a supurar hace ahora 5 días pensé en que tenía que evitar la dichosa infección, así que empecé a aplicarle la mezcla Purification alrededor del oído diluido en aceite de jojoba (los aceites esenciales jamás se introducen en el oído).
Y ha sido después de 3 días de ver que el moco no paraba de salir cuando hemos empezado con los antihistamínicos.
Necesito que ese tímpano se cierre de una vez, pero me alegra profundamente que ayer la pediatra me confirmase que no había ni rastro de infección y que nos librábamos del antibiótico oral que tanto daño le hace a la barriguita de mi niño.
Así que sí, creo que los aceites esenciales me han ayudado, pero evidentemente no han sido la solución definitiva porque hay cosas que van más allá, como los conductos diminutos y las vegetaciones gigantes de Liam. No obstante, no pasa nada. La medicina moderna está ahí para ayudarnos y GRACIAS AL UNIVERSO que disponemos de ella.
Conclusión
Me da mucho miedo que todas estas otitis se acaben traduciendo en pérdida de audición, retraso en el habla o vete tú a saber qué. El otorrino ya dijo que había mal pronóstico y que de operarle, sería mejor esperar a los dos años, pero en Instagram me están diciendo muchas mamás que a sus hijos les han operado antes.
Entonces, ¿por qué esperar?
Creo que es el 16 de diciembre que tenemos la siguiente visita y le pienso insistir más. Liam no se queja, pobrete, pero sí que veo que ese oído (que es sobre el que duerme al mamar) siempre está sacando más cera que el otro. Está claro que el moco siempre está ejerciendo más presión ahí, y me asusta que pueda sufrir secuelas por ello.
A mí me quitaron las vegetaciones de pequeña porque me pasaba lo mismo, así que no le daría más vueltas y se las quitaría ya con tal de mejorar este aspecto de la salud de Liam.
¿A tu hijo también le pasa o le pasaba? ¿Qué haces en casa para evitar otitis? ¿Tienes algún procedimiento especial? Me gustaría saber cómo te enfrentas en estos casos a una otitis de este tipo. ¡Cuéntame!