Hoy, con cierto rubor, os traigo el poema de una adolescente inquieta, inocente (no como las de ahora...), navegando un poco a la deriva, intentando comprender el mundo en el que le había tocado vivir. A lo mejor la conocéis...
El poema, cómo no, se titula: Otoño
te quiero porque eres triste,
por tu compañía silenciosa,
porque como cada año, viniste.
Te quiero otoño,
te quiero por ser poeta,
porque nuestra es la noche
y el cielo, y las hojas secas.
Te quiero otoño,
porque eres fiel compañero
de mis noches silenciosas,
porque comprendes mis prosas.
Te quiero otoño,
te quiero por ser poeta,
te quiero porque eres triste,
te quiero...porque viniste.
Comprenderéis que finalmente me haya decantado por la prosa...
¡Feliz semana!