Fijaos bien en la figura esbelta de mi cuerpo y ahora digo:¡Perro que mucho come, poco muerde pero bien guarda! con esto quiero decir que yo no ladro, pero a reservas bien guardadas, no me gana nadie, que uno ha pasado mucho en mi vida de galgo y eso no se olvida.
Ya duermo tapado con manta, osea..."Otoño, aunque cálido, ande yo con mi moño tapado"
En mi casa han pasado días de preocupación, la causa fue que varios montículos aparecieron en mi lomo, (de hecho podéis comprobar que mi mamí ha estado incapacitada para actualizar los blogs, tenia la cabeza demasiado ocupada en la parte alta de mi trasero).
Si observáis esta foto, en la parte izquierda de mi lomo se asoma el bulto más gordo, los demás solo se advierten al pasar la mano....
Así que me toco visitar al señor que me mira y me toca mucho, mi veterinario, (desde aquí muchas gracias a Virginia por llevarnos).
Os cuento como fue la entrada a la clínica, porque de allí no pasé....
Entramos a la sala de espera, ratito de tembleteo, sale un señor inmenso vestido de azul y se me queda mirando, acto seguido mira a mi mamí y....
El vet le dice:
-¡Pero como está Tato!!, ¿tu sabes lo gordo que lo tienes?
Mi Mamí divina:
-¡Que esta gordo! pues yo no lo veo gordo, es que creo que antes lo tenia demasiado delgado y simplemente le doy un poquito más de comida.
Mírale que estoy preocupada, le ha salido un bulto en el lomo.
El vet se coloca en cuclillas detrás mio y empieza a subir y bajar las manos que coloca sobre mi lomo, mis patas se mueven como si me hubieran metido un enchufe en el trasero,
Mi vet mira por encima de las gafas a mi mamí y dice:
- Esto que tiene el galgo en la lomera, son GRASAS, se le ha acumulado por partes a causa de que Tato es mayor y hace poco ejercicio.
Mi mamí divina dice:
-¿grasa? es que estaba muy delgado y se le notaban todos los huesos, por eso le aumente un poco la dosis de comida.
Palabras del vet:
-Los galgos son perros delgados, lo normal es que se le noten los huesos, un galgo nunca debe estar gordo y si se le notan las costillas, mejor!!. Lo que le ha ocurrido a Tato es que al no hacer ejercicio, ser un perro mayor y tener menos musculatura, se le ha acumulado la grasa en la parte de los riñones, no tiene mayor importancia, al menos que lo quieras poner a dieta.
Mi cara cambia de color cuando oigo la palabra "DIETA".
Pues no hubo nada más, con las caras rojas, la mia de color verde y mi rabillo entre mis patas salimos de allí.
El trayecto en coche de vuelta a casa, el bla,bla,bla fue así....
-Pues vaya, no le pienso quitar de comer, pobrecito....bastante hambre ha pasado en su vida, que lo sé muy bien...da igual que tenga rollos en los riñones, ¿que más da que sea un galgo gordo?
-Haz el favor de no quitarle comida que él es más feliz así, también seria....¡hacerle pasar hambre! con lo contento que está con el estomago lleno.
-Pues no...Tato no va a estar a dieta, lo único que voy a decir en casa que prohibido darle de comer en la mesa, sé que hay alguien que se le va la mano y le da.
Y este es mi trasero en el campo, que digo yo....no es para tanto!! y lo más importante "A barriga llena, no siente pena"
El esfuerzo y empeño de los humanos en hacernos correr es un acto infructuoso, pues ninguno de nosotros estamos por la labor de hacerlo cuando nos mandan, bueno, yo aunque no me manden.
Aquí esperando al aviso de salida de preparados, listos, yaaaaaaaaa......aunque ninguno de los tres corre.
Ahora me gritan a mi, ¡Tato a correr...!!! ¿y si es eso verdad de que "Perro que anda, hueso encuentra"? pues voy a andar un poquito que quizás encuentre un hueso.
Espero que no me quiten los lanzamientos desde la mesa, ¿sera verdad eso que dicen de que "El perro del hortelano, que ni come las berzas ni las deja comer al amo"?, pues creo que un poco sí.
Y eso de "Perros y gatos, en distintos platos", puedo asegurar que no es cierto.
Y pasaremos el otoño sin dieta, con las costillas y el trasero bien calientes y cuando alguien comente "Ya va el galgo cerro arriba, harto de corteza y miga", yo tranquilo pensaré "Cada cual a su manera, se combate la piojera".
Cuidaros mucho, lametones de Tato.