Un vocero de la extrema derecha de origen cubano radicada al Norte del Estrecho de la Florida —en rigor, portavoz de la terrorista-mafia-gusano-yanqui de Miami— se hizo eco de un informe de Freedom House en el que se “demuestra” que Internet en la Mayor de las Antillas clasifica como una “de las menos libres en el mundo”.
“El capítulo dedicado a Cuba del informe, el cual cubre lo sucedido hasta el mes de abril, fue escrito por Ernesto Hernández Busto, autor nacido en Cuba que vive en España y edita el blog Penúltimos Días” —dice el reporte, cual adelanto de qué esconde la información.
Debo alerta a mi lector/a que este Hernández Busto es la misma persona que exhibe en su aval ataques a cualquier acción que implique facilitar a los cubanos/as más acceso a la información científica y técnica, sin despreciar la creación de fantasmas alrededor de proyectos como EcuRed:Enciclopedia cubana.
Con este presupuesto, resulta comprensible que entre las novedades del informe aparezca:
“Sólo selectas entidades gubernamentales se han beneficiado del cable de fibra óptica ALBA-1 que fue puesto a funcionar meses atrás, según el informe, aunque se esperaba que el cable de velocidad súper alta permitiera un acceso a la Red mucho más amplio, más barato y más rápido”.
Por el momento, no es mi propósito detenerme en todas las aristas que abordé en Cuba: Internet para beneficio social. Puedo pasar por alto, por ejemplo, que uno de los integrantes de la “nueva” ¿izquierda? en su momento expresó que “Como tantos cubanos, carezco de acceso a Internet” y luego escribió “mi red Infomed [léase, su acceso a Internet], en mi hospital, me concede acceso a centenas de revistas y otras fuentes científicas internacionales, incluso basadas en los Estados Unidos”.
No obstante, sí me permito insistir en que es tangible que en la red de INFOMED alrededor de 68 mil especialistas de la Salud Pública desde sus hogares pueden disfrutar de la información y el conocimiento; y que dentro del programa de informatización de este organismo priorizado, en la actualidad hay alrededor de 1169 unidades conectadas a la red con enlaces dedicados.
También, que es perceptible que la red CUBARTE con la entrada en Cuba de Internet se convirtió en una de las primeras redes nacionales del país en implementar sus servicios, y en la actualidad brida el acceso a un grupo importante de artistas, escritores, intelectuales y personalidades de la cultura a lo largo de todo el país; sin despreciar que casi 800 instituciones culturales están en la red de redes.
Igualmente, que es apreciable que la red del Ministerio de Educación Superior cuenta en la actualidad con 35 mil computadoras, con un 85% conectado a su red nacional, y conecta a más de 120 facultades, 250 departamentos docentes, 140 centros de estudio e investigación y a todos los Centros Universitarios Municipales; al tiempo que posee cerca de 100 mil cuentas de usuarios, todas con acceso a Internet —18 mil de ellos/as disfrutan en sus hogares de servicios de acceso remoto.
Por tanto, vuelvo a preguntar:
¿Acaso estos ejemplos dejan de constituir prueba fehaciente de cuánto hace el Socialismo en Cuba para fortalecer el acceso a las TICs, incluyendo la EcuRed:Enciclopedia cubana —alcanzada por obra de los Joven Club de Computación y Electrónica y la participación de miles de jóvenes de todo el país, junto a profesionales de instituciones científicas y culturales—, dentro de un marco económico de limitaciones objetivas?
En tal escenario, conviene repasar El trabajo secreto de Freedom House en Cuba para aquilatar el dudoso prestigio de esta especie de ONG Made in USA. Es un rótulo responsabilidad de Luis Miguel Rosales, y fue difundido en Abril de 2012.
A modo de preámbulo, Rosales alude a una noticia según la cual el periodista norteamericano Tracey Eaton en su blog Cuba Money Project (http://www.cubamoneyproject.org) el 15 de Marzo anterior refería que la USAID le había comunicado que no podía darle información sobre dos contratos que tenía con Freedom House porque había destruido la información relacionada con estos proyectos.
Acto seguido, aparece: “En sus propias palabras Eaton planteó que la razón esgrimida fue que los expedientes fueron destruidos en virtud del Reglamento Federal de Adquisiciones (FAR), 4.805, almacenamiento, manipulación y eliminación de los expedientes de los contratos”.
El propio Rosales devela que Freedom House es una ONG norteamericana, presidida por David Kramer; que está considerada por muchos como una dependencia de la CIA y la manera clandestina como desarrolla el trabajo subversivo y desestabilizador contra nuestro país parece confirmar que es cierto; que cuenta con un fondo multimillonario para promover acciones desestabilizadoras contra gobiernos que no son del agrado de la Casa Blanca, con un presupuesto para estos fines ascendiente a 1 500 millones de dólares; y que entre el 66% y el 80% de estos fondos provienen del gobierno de EEUU, en especial del Departamento de Estados de EE.UU., la NED y la USAID (http://sp.ria.ru/opinion_analysis/20120315/153116805.html —y un resumen de la cuantía recibida desde 1997 hasta 2011).
Además, que el trabajo contra Cuba que desarrolla Freedom House fue iniciado en el año 1995, con el objetivo de fomentar la contrarrevolución interna y tratar de promover el rechazo internacional a la Revolución Cubana a través de la presentación de informes manipulados y malintencionados; al margen de tener el triste mérito de ser la primera institución que recibió fondos oficiales del gobierno norteamericano para desarrollar la labor de subversión ideológica.
He aquí el porqué la USAID comunicó a Tracey Eaton que no podía darle información sobre los contratos que tenía con Freedom House debido a que había destruido la información relacionada con esos proyectos. Y tal es reflejo de la ¿credibilidad? que sostiene esta ¿independiente? agrupación acerca del manejo que hace La Habana sobre Internet en la población cubana —al tiempo que muestra otra de sus desvergüenza.
Tomado de Kaos en la red