Para la hora del té, o del mate, nada mejor que algo rico pero sencillo. Más cuando las horas, los días, las semanas pasan como tren bala!
Un budín, un bizcochuelo, unas masitas son ideales para una tarde pre otoño indefinida: ni frío ni calor, ni nublado ni soleado...
Esta vez, un clásico pero con una receta diferente, sólo para probar mezclar los ingredientes de otra manera.
Y como suele suceder con este tipo de preparaciones, la cocina se inunda de perfume a torta de la abuela...
Al final, resulta super húmeda y esponjosa, y versátil para cambiarle el sabor o rellenar.
Torta de vainilla para el té (adaptada de William Sonoma)
Ingredientes:
2 1/4 tazas de harina 0000
1 3/4 tazas de azúcar
2 cucharaditas de polvo para hornear
1 cucharadita de bicarbonato
1/2 cucharadita de sal
200 gramos de manteca derretida
200 gramos de crema de leche + 1 cucharada de queso crema (1 taza en total)
4 huevos
1 cucharada de esencia de vainilla
Procedimiento:
1. Derretir la manteca y tener el resto de los ingredientes a temperatura ambiente.
2. Precalentar el horno a medio (180 °C) y enmantecar el molde elegido.
3. Tamizar la harina, azúcar, polvo para hornear, bicarbonato y sal. Reservar en la batidora.
4. Mezclar la manteca con los huevos, la crema, el queso crema y la vainilla hasta integrar bien.
5. Agregar la mezcla de manteca a los secos en velocidad baja. Cuando los secos estén húmedos, subir la velocidad y mezclar hasta combinar bien todo.
6. Poner la mezcla en el molde y cocinar entre 20 y 50 minutos, según el tamaño. Una torta lleva alrededor de 1 hora, los mini cuadraditos llevaron 20 minutos.