Portugal estuvo representado por dos vinos de producción ecológica y biodinámica, los Casa de Mouraz 2006 rosado y tinto, de la DO Dão. El tinto está elaborado con Touriga Nacional, Aragonês, Alfrocheiro, Jaen y Água-Santa, y presenta un precioso color picota con ribetes violáceos, aromas desbordantes de fruta roja y negra, y un paso por boca suave, agradable, con una acidez fantástica y un tanino delicado. El rosado vestía un color frambuesa brillante muy bonito, unos aromas a fresa muy golosos, que incitaban a beber, y un paso por boca refrescante. Gustaron mucho los dos, habrá que seguirles la pista e intentar conseguir alguna botella.
Siguiendo el periplo europeo, de Francia disfrutamos de un Chenas Quartz 2005 (AOC Chenas, 100% Gamay, Dominique Piron & Lafont). Rojo granate, con ribetes granatosos, ya algo apagado. Fruta negra, recuerdos herbáceos y minerales. Paso por boca sabroso, con buen tanino y notas minerales. Me lo imaginaba distinto, pero la verdad es que gustó.
En resumen, una deliciosa comida, en inmejorable compañía y con un surtido de vinos, donde predominó lo natural, que hicieron disfrutar a todo el mundo en la mesa.
El fin de semana se completó con una cata de vinos locales de mota del Cuervo y una caldereta que puso el broche de oro, pero eso en otra entrega.