México de nueva cuenta sufre la baja de un grupo de jugadores, de nueva cuenta por culpa de la carne, solo que en esta ocasión no por culpa del Clembuterol sino por culpa de la carne humana y es que en su estancia en Quito, Ecuador los jugadores decidieron armar una “fiesta” con algunas “señoritas” invitadas, el resultado final fue que algunas de sus pertenencias fueron robadas y también se les fue arrebatada la oportunidad de representar a México en el torneo de naciones más importante de América, los jugadores involucrados son: Jonathan dos Santos, Israel Jiménez, Néstor Vidrio, Javier Cortés, Marco Fabián, Jorge Hernández, David Cabrera y Néstor Calderón.
La decisión de darlos de baja la anunció el Director de Selecciones Nacionales, Héctor González Iñárritu, quien expresó: “Fue duro tomar la decisión pero primero es la disciplina y el orden”, “Estamos hablando de una consecuencia, yo no voy a entrar en detalles de los hechos, se violó un código de disciplina y voy actuar contra esos hechos, es una lástima porque estamos a una semana de empezar la Copa América”, “Los jugadores hablaron con el cuerpo técnico, estuvimos en comunicación el Presidente de la Federación (Justino Compeán), el Secretario General (Decio de María) y el cuerpo técnico. Los jugadores lo confesaron, están muy lastimados, muy arrepentidos, ofrecieron una disculpa y asumen sus consecuencias, yo en lo personal hablé con cada uno de ellos”
Los ocho jugadores que entraran al quite son: Kristian Álvarez, Osvaldo Alanís, Diego Debuen, Antonio Gallardo, Edgar Pacheco, Alan Pulido, Ulises Dávila y Carlos Orrantía. Estos hombres tendrán que reportarse lo más pronto con la selección en territorio sudamericano ya que la cita internacional esta a punto de iniciar. Sin lugar a duda es una pena por los nombres que se manejan, jugadores importantes de esta selección “menor”, seguramente esto afectara mucho y si se tenían pocas esperanzas ahora se tienen menos, pero bueno.
Sobre la decisión tomada si bien se puede decir que son jóvenes y muchas veces no hay la madurez suficiente para elegir lo mejor, el castigo en sí es justo, ya que hay normas que se establecieron y deben ser respetadas. La federación si bien se puso más papista que el Papa sigue en la línea de no permitir esta clase de comportamientos, tal y como pasó con Carlos Vela, Efraín Juárez y Martín Galván. Al parecer los jugadores han entendido que el castigo es justo y merecido y siendo jóvenes seguro esto les dará una lección, para los aficionados solamente nos queda resignarnos , esperar que los que lleguen lo hagan bien y apoyar al equipo, este quien este.