Hombre de pensamiento comprometido e inconformista, heterodoxo en sus planteamientos y manifiestamente en desacuerdo con el pensamiento convencional y con la realidad que le ha tocado vivir, Sampedro vuelve a poner sobre el tapete los orígenes políticos de la actual situación financiera. El futuro Pero, si el sistema no funciona ¿cómo construir el futuro? Berzosa mira con optimismo hacia el desarrollo de los diferentes movimientos sociales que se enfrentan al capitalismo global…>estos movimientos dispares entre sí contradictorios, pueden ser el germen de una sociedad distinta y pueden hacer posible una realidad diferente a la que vivimos>, apunta. Y recoge una aguda reflexión de Sampedro < Pero no es el fin de la historia, sino del sistema. A la torre capitalista no la derriba ningún invasor, ni terremoto ni causa exterior a ella. Su desplome es congénito como el de todo ser vivo en evolución. Así como las células guardan la herencia de sus genes, el capitalismo alberga su ruina en la complejidad de su estructura, que, al resultar inadaptada, habrá de sufrir una transformadora mutación>. Y en esas andamos, transformándonos, porque como dice José Luis Sampedro en el prólogo, <compañeros, se trata de vivir. Sí claro, también nosotros>. Y supongo que nos dedica su sonrisa etrusca. .Publicado en el suplemento de Mercados de La Voz de Galicia.
Hombre de pensamiento comprometido e inconformista, heterodoxo en sus planteamientos y manifiestamente en desacuerdo con el pensamiento convencional y con la realidad que le ha tocado vivir, Sampedro vuelve a poner sobre el tapete los orígenes políticos de la actual situación financiera. El futuro Pero, si el sistema no funciona ¿cómo construir el futuro? Berzosa mira con optimismo hacia el desarrollo de los diferentes movimientos sociales que se enfrentan al capitalismo global…>estos movimientos dispares entre sí contradictorios, pueden ser el germen de una sociedad distinta y pueden hacer posible una realidad diferente a la que vivimos>, apunta. Y recoge una aguda reflexión de Sampedro < Pero no es el fin de la historia, sino del sistema. A la torre capitalista no la derriba ningún invasor, ni terremoto ni causa exterior a ella. Su desplome es congénito como el de todo ser vivo en evolución. Así como las células guardan la herencia de sus genes, el capitalismo alberga su ruina en la complejidad de su estructura, que, al resultar inadaptada, habrá de sufrir una transformadora mutación>. Y en esas andamos, transformándonos, porque como dice José Luis Sampedro en el prólogo, <compañeros, se trata de vivir. Sí claro, también nosotros>. Y supongo que nos dedica su sonrisa etrusca. .Publicado en el suplemento de Mercados de La Voz de Galicia.