Para la comunidad árabe de la zona y para los palestinos en particular, el judío sionista se comporta invadiendo territorios ajenos, imponiendo por la fuerza de su ejército “su” ley y orden que garantizan “su” seguridad, lo que lleva a bombardear todo lo que considera un peligro para Israel aun sean objetivos civiles ubicados en el extranjero (centrales nucleares, etc.). Israel multiplica las colonias de judíos en territorios ocupados y pertenecientes a Palestina (Cisjordania) y se ha adueñado de Jerusalén contraviniendo todos los acuerdos y resoluciones alcanzados en Naciones Unidas. Por muy víctimas que hayan sido del genocidio nazi, ello no justifica a los sionistas actuales a actuar como el imperialismo yankee acostumbra: invadiendo, ocupando e imponiendo el “orden” que vela por sus intereses en países tan soberanos y dignos de existir como ellos. Distinto es que tenga derecho a defenderse de cualquier ataque y del terrorismo que prevalece en la región, pero también a respetar a sus vecinos y cumplir con los acuerdos alcanzados con ellos, en especial con los que generan el foco de tensión más antiguo en el Cercano Oriente, cual es el palestino-israelí.
Para la comunidad árabe de la zona y para los palestinos en particular, el judío sionista se comporta invadiendo territorios ajenos, imponiendo por la fuerza de su ejército “su” ley y orden que garantizan “su” seguridad, lo que lleva a bombardear todo lo que considera un peligro para Israel aun sean objetivos civiles ubicados en el extranjero (centrales nucleares, etc.). Israel multiplica las colonias de judíos en territorios ocupados y pertenecientes a Palestina (Cisjordania) y se ha adueñado de Jerusalén contraviniendo todos los acuerdos y resoluciones alcanzados en Naciones Unidas. Por muy víctimas que hayan sido del genocidio nazi, ello no justifica a los sionistas actuales a actuar como el imperialismo yankee acostumbra: invadiendo, ocupando e imponiendo el “orden” que vela por sus intereses en países tan soberanos y dignos de existir como ellos. Distinto es que tenga derecho a defenderse de cualquier ataque y del terrorismo que prevalece en la región, pero también a respetar a sus vecinos y cumplir con los acuerdos alcanzados con ellos, en especial con los que generan el foco de tensión más antiguo en el Cercano Oriente, cual es el palestino-israelí.