Sinopsis: ¿Qué puede hacer que una institutriz, sola en un aislado caserón, para proteger a sus dos pupilos del lento acoso de los fantasmas? Nos hallamos ante uno de los mejores argumentos de la literatura moderna. Se ha dicho que encierra una viso de la presencia del Mal más allá de toda imaginación, una refinadísima historia sobre los inconvenientes de la bondad, una metáfora de la escritura.
Otro libro más que tengo que leer para la universidad, pero al ser tan finito a penas he tardado en leerlo, y a eso hay que sumarle que me ha gustado, aunque con un final muy inesperado que aún sigo sin creerme que haya acabado de esa forma.
Al ser un libro obligatorio, lo empecé sin muchas ganas y esperando que no me gustase (como siempre) pero al final me ha sorprendido, y aunque al principio se hace un poco pesado, según me fui adentrando en la trama me fui enganchando más y más, hasta acabar gustándome bastante.
La historia con una reunión donde un personaje termina de contar una historia (supongo que de miedo o suspense) y otro autor dice que tiene otra más interesante, pero que para poder contarla necesita los manuscritos contada por la propia persona que vive esas vivencias, la institutriz.
La historia en si la cuenta la institutriz en una serie de carta que manda al personaje éste (no vuelve a aparecer más) y se centra en una serie de apariciones que al parecer sólo las percibe ella y sus pupilos, aunque estos nunca hablan del tema o hace como si no se percataran de esas apariciones.
Con el único personaje con el que se puede empatizar es con la institutriz, pues está contado en primera persona por ella misma y deja, un poco, sus pensamientos. Aunque para seros sincera, la verdad es que no es un personaje con al cual se puede sentir una identificada, y mucho menos con el resto de personajes. Así que el deja de personajes lo dejamos a parte.
Las apariciones son dos personajes que, antes que la institutriz, vivieron en ese caserón y tenían una muy estrecha relación con estos niños.
A los niños se le describen como personajes angelicales que nunca han roto un plato. Se supone que Flore tiene 8 años y Miles unos cuantos más, aunque no se dice. Flora apenas aparece, sólo por las menciones de su institutriz, pero Miles casi al final del libro empieza a hacer más acto de presencia.
Como ya he dicho, comencé el libro pensando que no me gustaría porque es una lectura obligatoria, pero, aunque el final me ha sorprendido bastante, me ha gustado bastante y lo he disfrutado; así que recomiendo este libro al 100%.
Gracias por leerme.
Besos ^^