Otras facetas de ser madre: Motivación, aprendizaje y trabajo en equipo

Por Ana María Ros Domínguez @anaroski

Hay facetas de ser madre que requieren de grandes dotes para motivar, enseñar y gestionar equipos de personas. Y es que cuando un equipo funciona, los resultados siempre son excelentes. Una vez al año, la empresa recoge los resultados de las distintas estrategias realizadas, las horas de trabajo dedicadas, el tiempo invertido, el dinero, las reuniones, etc.

Y es que una familia es la mayor empresa que una persona puede tener, y ser madre requiere de grandes dotes de inteligencia emocional y liderazgo, pues hay que ser capaz de sacar el potencial de cada uno de los componentes del equipo, crearles ilusión, reforzarles cuando pasan momentos bajos, planificar estrategias, realizar mantenimientos preventivos, mantenimientos correctivos y por supuesto intentar mantener una comunicación fluida.

Es importante que el equipo vea tu defectos, tus debilidades, y vea también tu actitud hacia ellos, si el equipo ves que te equivocas y reconoces el error y aprendes, ellos imitarán tu comportamiento, si el equipo ve que el líder es el primero que se moja, que se esfuerza y se sacrifica, ellos se sentirán moralmente obligados a seguir su ritmo, pero también el líder ha de aceptar los consejos del equipo, pues una sola visión de un problema empobrece la toma adecuada de soluciones, de ahí la importancia de las reuniones de gestión.

Y es que trabajar en equipo es permitir que el potencial del compañero aflore y complemente al tuyo propio, es aprender del otro y ayudar al de al lado, al menos eso creo yo, y eso que me han dicho alguna que otra vez que no se trabajar en equipo. Sinceramente no lo se, igual será cierto, lo que si tengo claro es que mi equipo cada año obtiene excelentes resultados académicos, crece en valores, y responsabilidad, y no lo cambio por nada del mundo, quizás en estos 15 años haya empezado a aprender que ejercer la autoridad no es dar gritos, sino cumplir las normas siempre la primera, para que los demás jamás puedan decirte que porqué no lo haces tu, porque ejercer la autoridad es dejar que cada uno se desarrolle dentro de sus propios límites, ayudando si acaso a pulir esas debilidades que puedan hacer daño al funcionamiento de esa persona.

Y es que familia y empresa tienen mucho en común. Yo hoy me siento como ese presidente ante la junta de accionistas cuando anuncia excelentes resultados a todos los miembros de la compañía. Y es que no todo el mundo tiene en sus vidas a las princesas Bella Durmiente, Blancanieves y Campanilla.