A pesar de haber sido ampliamente superior a su rival durante todo el partido, River sufrió por un error de Chichizola, capitalizado por Núñez en la agonía del segundo tiempo, y terminó perdiendo 1-0 ante Boca Unidos en Corrientes. Más allá del injusto resultado y de las cargadas que se vendrán en la semana, los de Almeyda redondearon una de sus mejores actuaciones desde que están en la B Nacional y, al menos desde lo futbolístico, ilusionan.
Para River, el arranque del partido fue casi tan complicado como el final. Luego de 10 minutos en los que fue dominado por el equipo local, un hecho particular iba a tocar el orgullo riverplatense. Desde la popular donde se encontraban los “hinchas” de Boca, algunos de los idiotas de siempre le arrojaron una piedra a Chichizola y lograron que el partido se detenga en el mejor momento de su equipo. A partir de ahí, y hasta la accidentada última jugada, fue absolutamente todo del visitante.
Lo del millonario por momentos parece inentendible. Luego de ganar varias de las fechas iniciales cuando su juego aún deseaba mucho que desear, ahora está en su mejor momento dentro de la cancha pero esto no se ve reflejado en los resultados. Si bien varios intentarán sacarle importancia a los merecimientos, lo cierto es que River está por un camino que le traerá más alegrías que tristezas como la de hoy, por lo que la paciencia será clave.
El rendimiento de Boca Unidos fue coherente con la actitud de sus hinchas. Más allá de la victoria final, el equipo dirigido por la dupla Marini-Medero no pudo hacerle frente en ningún momento a su ilustre visita, que gracias a su mejor sector de la cancha, el mediocampo, dominó a los correntinos a placer durante casi todo el encuentro. Boca aceptó de manera mediocre esta situación y se dedicó a refugiarse en las grandes atajadas de Gastón Sessa y la ayuda que los palos le otorgaron al mismo. La resistencia en ofensiva sólo tuvo dos períodos: los 10 minutos ya mencionados y el tiro libre que generó el fatídico error de Chichizola.
Habría que ir a buscar al archivo para ver cúantos equipos han generado tantas ocasiones en dos partidos consecutivos como lo hizo River en estas dos últimas jornadas. Más allá de que no brilla, el equipo de Almeyda tiene una dinámica enorme de mitad de cancha hacia adelante, y así como en otras ocasiones pudo ganar más de un partido por la justeza a la hora de definir, esta vez la razón de la decepción en su visita a Corrientes fueron los constantes errores de cara al arco, repartidos entre sus mejores hombres: Ocampos, Sánchez, Domínguez e incluso el que aún es el gran goleador del torneo, Cavenaghi.
Será una semana difícil para River y en especial para Chichizola, quien tendrá que soportar críticas que muy probablemente terminen siendo injustas. El arquero de River demuestra partido a partido que tiene condiciones suficientes para convertirse en un grande en su puesto, pero deberá mantenerse fuerte para salir adelante de los errores lógicos que su inexperiencia le hará cometer. En resumen, estos días serán de suma importancia para River, que deberá elegir entre seguir por este buen camino o hipotecar su futuro desesperándose por encontrar resultados.