© John Sibley (Reuters). Tomada de aquí.
(Visiones en voz alta). La fotografía es de John Sibley para la agencia Reuters. Pero bien podría tratarse del fotograma de una videoinstalación de Bill Viola. Corresponde al «momento de gracia» del partido entre el Barcelona y el Liverpool, uno de esos goles de tiro directo, en este caso desde 30 metros, que sólo están al alcance del prodigioso trato que el cerebro y la pierna izquierda de Messi es capaz de imprimirle al balón, al espacio, a la velocidad, a las parábolas.Miren una por una las caras de los testigos inmediatos del misterio. Cada una de ellas da pie para imaginar y reconstruir la compleja sencillez de lo que allí está ocurriendo, desde el que parece implorar piedad, al que trata de ofrecer su perfil más rocoso, pasando por el que no puede disimular el principio de un gesto de terror, o el que se entrega por completo al asombro. Frente a esos rostros de pintura flamenca, el escorzo pequeño de un ser diminuto, en un giro algo deslavazado, incluso con apariencia de dibujo animado a punto de salirse de la viñeta, y el cuerpo estrellado del balón que va escribir, de nuevo pero siempre distinto, un poema de cuero, geometría, vuelo y magia.
Otro gol de Messi. Y van 6⚽️ ⚽️.