Como si fuera la gran noticia de fin de año el vicepresidente y ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha anunciado por enésima vez que “estamos ante el principio del final de ETA”.
Hace ahora cuatro años Zapatero ya auguraba para 2007 un año sin acciones etarras. Como estaba en negociaciones con la banda, Rubalcaba aseguraba entonces que los terroristas no se rearmaban.
Pero volaron un gran aparcamiento en la T4 del aeropuerto madrileño y asesinaron a dos personas.
Hubo muchos optimistas antes de Zapatero. Si usted busca en Google textualmente “principio del fin de ETA” le saldrán 92.900 resultados. Los más antiguos son del franquismo.
Siempre estamos en el principio del fin de ETA, y la banda busca réditos políticos de ese anunciado final. Al no obtenerlos, se regenera, y vuelta a empezar.
Se diría que podría aplicarse con ETA la observación del Rey en su discurso de Navidad al recordar que "no hemos llegado hasta aquí para dejarnos vencer por las dificultades, para renunciar a nuestras ambiciones de construir un país cada vez mejor".
ETA está débil, sobre todo porque no cuenta ya con aquellas masas de nacionalistas vascos fanatizados, algunos reconocidos políticamente como demócratas, que la apoyaban aunque masacrara a decenas de personas.
Si pudo creerse que los atentados del 11M eran obra de la banda fue porque poco antes preparaba otras masacres parecidas en trenes, afortunadamente abortadas.
Pero supuestamente llegaron unos musulmanes jihadistas para relevar su macroterror, y dejar muy devaluados los asesinatos etarras.
Llegados aquí, como dijo el Rey, podemos sufrir la existencia de ETA sin que dañe la sociedad española. Puede matar aún a cualquiera de nosotros, pero ya no atemoriza a la sociedad, por lo que no se le debe conceder absolutamente nada. Nada.
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James Skinner vuelve a darnos una visión de la España actual que debería hacernos reflexionar. Es un observador sumamente lúcido. Publica en Hackwriters, http://www.hackwriters.com/SpanishBJS.htm
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Y feliz año nuevo con el Gran SALAS