Revista Indie / Folk

Our Lives Are Shaped By What We Love: Motown’s Mowest Story 1971-1973

Por Homeboy

Our Lives Are Shaped By What We Love: Motown’s Mowest Story 1971-1973

Mowest fue una subsidiaria de la discográfica Motown Records que tan solo duró de 1971 a 1973. Su propósito inicial era sacar discos de grupos de soul, r&b, funk y rock hippie de la costa oeste, pero acabo siendo el Mr. Sobras del sello, y sacaron temas de Franki Valli y sus Four Seasons, o los primeros singles de Commodores. La verdad es que hay un poco de todo, y salvo algún rollo excesivamente hippie (la flauta travesera nunca debió existir), todo fantástico. Y es que 40 años después, estos temas siguen sonando tremendamente frescos.

Lo mejor viene de parte de Frankie Valli & The Four Seasons, que tuvieron una época en la que hacían un Northern Soul más propio del Reino Unido, que de su Newark natal. Supongo que será por aquel inesperado éxito de You’re Ready Now en la Inglaterra de principio de los setenta. Los tres temas que aportan a esta recopilación, son geniales, pero The Night destaca por encima del resto. Este pepinazo lleno de energía, es tremendamente aditivo, y es sin duda alguna, el mejor tema del disco. Otros que destacan son Odyssey, que nos dejan un gran tema como Battened Ships , y un horror lleno de bongos llamado Broken Road, que bien se lo podían haber guardado.

Our Lives Are Shaped By What We Love: Motown’s Mowest Story 1971-1973

También merece la pena recordar que por aquí están los primeros singles de Syreeta, la que fuera mujer de Stevie Wonder,  que también tenía un talento inmenso, y lo demuestra muy bien en I Love Every Little Thing About You – como me mola ese bajo tan funky – . Eso sí, no llegaba a las maravillas que hacia su marido. Otro de los destronados fue G.C Cameron que después de formar parte de los míticos The Spinners, inicio su carrera en solitario y acabo en este su sello.  Aquí nos deja Act Like a Shotgun; un temazo funk lleno de energía que bien podría recuperar Tarantino en su próxima película.

El disco se cierra con uno de los primeros temas de Thelma Houston – sí, la de Don’t Leave Me This Way -, que por aquella época comenzaba su carrera con temas tan grandes como este I Ain’t Going Nowhere, donde ya dejaba ver todo su potencial, y su gran voz.

Es una recopilación absolutamente recomendable, y una buena oportunidad de ver como estas bandas, muchas veces superaban a los grupos principales del sello. De hecho, al final, muchos de ellos pasaron al sello principal en los siguientes años.

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