Al acabar la tercera temporada de la serie, dejamos a Claire y Jamie empapaditos en una playa norteamericana sin saber qué iba a ser de sus vidas a partir de ese momento. Obviamente, les ha pasado de todo, pero su amor ha conseguido superar toda adversidad, o casi toda. En global, para mí no ha sido la mejor temporada de la serie, pero si por algo destaca esta temporada, es por la incorporación, esta vez con todas las letras, de Brianna y Roger, que han pasado a llevar con ellos gran parte del peso de la serie. ¿Queréis que hablemos de cómo ha ido esta cuarta temporada?
¡Cuántas cosas te pueden salir mal si te conviertes en náufrago al otro lado del océano! Pero no si te llamas Claire o Jamie. Si te llamas Claire o Jamie, llegarás a un país que no conoces y te darán tierras para que construyas tu casa tranquilamente y, aunque al principio no les gustarás, te acabarás haciendo amigo de los nativos que habitaban esas zonas que estás colonizando porque sí -e incluso les entregarás a tu sobrino-. Si tienes este nombre, te enterarás de datos secretísimos que ayuden a tus amigos y aunque cometas errores, podrás repararlos de una forma u otra porque en la enorme América, todo lo que te suceda estará relacionado de una manera u otra con tu persona. ¡Vivirás el sueño americano! O no, ya que durante toda la temporada, la pareja protagonista ha peleado por mantener su integridad física, y por proteger aquello que es suyo, eso es innegable, nada les ha sido regalado; sin embargo, quizás esa buena suerte suya sea por momentos algo inverosímil. Algo que aprecio de la serie es que, por muchas cosas que les ocurran, Jamie y Claire siguen siendo los mismos que en los inicios de la serie. Han vivido muchas aventuras y dramas, pero siguen teniendo la misma fortaleza y frescura que cuando se conocieron, solo mejorando con los años con los aprendizajes que todas sus vivencias les proporcionan. Me sigue sorprendiendo la naturalidad con la que Claire afronta los eventos propios de un siglo que, quizás sin darse cuenta, ya se ha convertido en el suyo, siempre haciendo uso de una mentalidad avanzada para la época propia de sus vivencias en el siglo XX y sacando partido de aquello que sabe que pasará. Por otro lado, también me asombra cómo Jamie es capaz de moldearse para adaptarse a nuevas situaciones constantemente, aunque algunos comportamientos suyos de esta temporada, han sido un poco decepcionantes.
Por un lado, el trabajo que ha hecho Sophie Skelton a lo largo de la temporada me ha parecido magnífico, y es por ello que Brianna me ha resultado un personaje mucho más interesante de lo que esperaba, con muchos más matices y una profundidad mayor que otros personajes de la serie. Me parece que el dramatismo de la historia que la ha acompañado en esta temporada, ha permitido que el personaje madure y que pase de ser una niña a una mujer responsable y luchadora. Sobre todo, me ha gustado mucho la conexión que ha establecido con Jamie, compartiendo el dolor de una situación traumática como fue la agresión sexual que ambos sufrieron. Por el otro lado, necesito quejarme de Roger, y no solo de él, sino de su tóxica relación con Brianna. ¿Que su historia es bonita? No, lo siento. Puede parecer muy romántico viajar en el tiempo para buscar a la mujer a la que quieres, pero no si eres un machista empedernido como Roger. El personaje se ha criado en un ambiente conservador, pero eso no justifica algunos de sus comportamientos y ha pasado de ser para mí un personaje majete a pensar de él que es tonto, y no precisamente porque Richard Rankin no haya hecho bien su papel.
¿Qué os pareció la cuarta temporada de Outlander?
Doralicia (@Doralais)