Oxfam Intermon Trailwalker 100 km. Madrid 2016. La tercera

Por Fermín Fermin Fernandez @ferminffaviles

Para quien no conozca la Trailwalker, le diré que es una carrera de 100 km. por equipos (4 marchadores + 2 de apoyo) que se disputa por la sierra de Madrid. El objetivo es conseguir fondos para proyectos de Oxfam Intermon de accesibilidad al agua y contra la pobreza. Para poder participar cada equipo tiene que conseguir recaudar 1.500 euros. Este año se han batido todos los récords de recaudación, más de un millón cien mil euros recaudados, también de participación, en la edición de Madrid, 170 equipos. Esta es nuestra historia…


11 y 12 de junio de 2016


Los dos años anteriores ya ha habíamos participado mi mujer y yo en la edición madrileña de la Trailwalker , pero cada uno por su lado, con equipos de compañeros de trabajo. Este año decidimos participar juntos y montar nuestro propio equipo. Para ello nos pusimos en contacto con algunos amigos y familiares y nos quedó, como se dice ahora, un equipo “diverso”, formado por: 2 andaluces, 2 gallegos, 2 castellano-manchegos/madrileños, 2 músicos, 2 karatecas, 2 profesores, 2 informáticos, 3 cincuentones, 1 cuarentón, 2 treintañeros, 4 chicos, 2 chicas, 5 vecinos de Rivas Vaciamadrid y 1 de Carabanchel. Ya estábamos los 6 componentes del equipo “Vaso por Paso”: Marga, Ana, Alberto, Ángel, Jesús y un servidor.

El equipo "Vaso por Paso" al completo

Previos:


El primero de los retos de esta prueba es el solidario, reunir los 1.500 euros en donaciones para poder participar. Además de las aportaciones personales y algún “resto” que teníamos guardado de la edición anterior, la mayor parte del dinero lo conseguimos abusando de amigos y compañeros de trabajo en la venta de papeletas para el sorteo de un jamón ibérico, y funcionó, ¡¡Gracias a todos!!
El siguiente paso era el entrenamiento. Suponía yo que iba a ser más fácil quedar a correr con amigos-vecinos que con compañeros de trabajo, pero no fue así, ¡¡no hicimos ni un entrenamiento juntos!!. Como me reprochaba mi hija: “Habéis quedado tres veces para comer pero ninguna para entrenar”, en fin, por lo menos nos preparábamos psicológicamente… 
En las últimas semanas organizamos todos los detalles logísticos de camisetas, víveres, neveras, transporte, etc. y con todo listo, el 11 de junio de 2016 a las 8:00 de la mañana estábamos los 6 en Lozoya esperando acontecimientos.
El trazado era diferente al de años anteriores, a priori, un poco menos duro, “sólo” 1.490 m. de desnivel positivo y otros tantos negativos.

mapa del recorrido

Altimetria


Puedes ver o descargarte los tracks de la ruta en wikilocà aqui



Corralito de salida, fotos, saludos a compañeros de otros equipos, “speech” de la organización y 3, 2, 1, salida!

Ambiente pre-salida


Esos bidones amarillos tienen que llegar a meta pasando de equipo a equipo


pies frescos antes de los 100 Km. ¿Acabarán igual?


Vamos!

Tramo 1: 24,67 km. Lozoya - Buitrago de Lozoya.


La salida por las estrecha calles de Lozoya siempre es lenta, muchos participantes, este año más que nunca, 170 equipos. Comenzamos andando y a la salida del pueblo ya empezamos a trotar abriéndonos paso entre los caminantes.


En ediciones anteriores la carrera se dirigía hacia Rascafría, pero este año salimos en dirección contraria, bordeando el embalse de Pinilla y siguiendo el curso del río Lozoya hacia Garganta de los Montes. Esta etapa es la más larga de todas, casi 25 km. Tiene una subida importante entre el km 8 y el 15, pero el resto es llano o bajada. Nuestra previsión era correr todo el tramo excepto al subida. 
Así lo hicimos, fuimos avanzando corriendo a ritmo suave  y subiendo andando cualquier desnivel para ahorrar fuerzas.

La carrera discurre por la naturaleza, entre montes, bosques, prados coloridos, animales, agua,… un placer correr por estos parajes.

Embalse de Pinilla, al fondo Peñalara


Lozoya va quedando atrás


Trocito de asfalto


Primera hito kilométrico, uno cada 5 km. ya solo quedan 19!


Alberto haciendo un selfie con unos amigos


Van cayendo kilómetros, de momento a buen ritmo.


Otros equipos parece que van a mejor ritmo por delante nuestro


De colores se visten los campos en la primavera, de colores son...


La capitana


¿Vaca o leona?


buena compañía!!


Acercándonos al primer punto de control


¡Un gaitero!! se habrán enterado que vienen dos gallegos en el equipo



Cruzamos la A1 por un puente para llegar al punto de control en el polideportivo de Buitrago de Lozoya. Fichamos antes de las doce y cuarto. 3:12:43 de carrera. Debemos haber corrido más de 20 km en este tramo, pero lo importante es que prácticamente ya habíamos completado un cuarto de carrera, 25 km. menos!
Estaba haciendo calor, no excesiva, pero calor. Llenamos las bolsas de agua, muy muy caliente, por cierto, pensando, me siento desconsiderado quejándome de agua caliente cuando estamos corriendo para que en otros países tenga agua simplemente potable, pero joer que caliente estaba. Tomamos un piscolabis, saludamos a Pablo Villalobos, padrino de la carrera que había corrido este primer tramo acompañando a un equipo y, tras cambios de calcetines (los que llevaban, jejeje), vaselina, esparadrapo y cuatro bromas con el equipo de asistencia se nos fue más de un cuarto de hora. Era hora de continuar.

Tramo 2: 13,14 km. Buitrago de Lozoya – Mangirón. 37,81 km. acumulados.

El resto de tramos eran más cortos. Este de 13 km. Cruzamos este pintoresco pueblo por calles repletas de visitantes, algunos hasta con guía caracterizado de época. Después una feria y luego el campo.

Callejeando por Buitrago, habrá que volver otro día con menos prisas


sorpaso


Este tramo no tenía grandes picos pero si muchos toboganes. Difícil correr por algunos caminos pedregosos algunas veces, pero a cambio el paisaje es encantador, continuamos paralelos al rio y después frente al embalse de Puentes Viejos. Este año, con todo lo que ha llovido, los embalses están a tope de agua y el campo bastante verde.

Bañistas!


Por delante mis compañeros de equipo de años anteriores


Agua y verde por todas partes


Mas kilómetros van cayendo! pasamos el primer tercio de carrera


Arboles


monte


Los 4 magnificos


Sobre las dos y media llegamos a Mangirón. Pasamos por el control con un tiempo de carrera de 5:29:10 y 38 km. en la saca!!

Ahora tocaba comer. El equipo de asistencia tenía ya todo preparado ¡¡Hasta mantel en la mesa!! Lástima de no haber caído en traernos una sombrilla porque ahora si pegaba bien el Lorenzo, hasta tuve que meter el móvil en la nevera con hielo porque se quedó bloqueado y no respondía (cosas de los iphone). Teníamos 2 menús: pasta o arroz, yo elegí arroz, pan de pueblo que nos habían comprado (¡¡¡Buenísimo!!! gracias Ana y Jesús), cerveza sin, café, vamos un festín! Y lo más relajante, nuestro cubo de agua con hielo para meter lo pinreles. 

Tramo 3: 12,89 km. - Mangirón - El Berrueco. 50,7 km. acumulados

Después de comer, salimos despacito, digiriendo. Nos topamos con algunos equipos por una senda estrecha, como los “Run con limón” el equipo de Roberto Leal (de TVE-España Directo) y tras pasar el tapón empezamos a correr. En principio el terreno era plano y favorable para correr y aunque las piernas ya empezaban a estar pesadas, pudimos correr unos cuantos kilómetros.

Senda por el bosque de robles (carballos para los galegos del equipo)


La mayor parte de este tramo va bordeando el embalse del Atazar, el mayor de la Comunidad de Madrid, de donde bebemos los madrileños. Está a tope de agua y de visitantes: con piraguas, veleros, bañistas,… luego dicen que en Madrid no hay playa, vaya vaya!

Canoas por el río Lozoya

A tope de Agua

A tope de verde


Casi la mitad, de momento no hemos encontrado el límite


Veleros en el Atazar


Esta parte del camino es común a la Genaro Trail, lo que trae algún recuerdo “regular” a nuestro compañero Alberto, que la corrió hace poco, el cual, según íbamos por una senda, vemos que de repente da un salto y un grito... se le había cruzado un pedazo culebra (según dice él de 10 cm. de diámetro o más) y casi la pisa… jajaja, todavía le quedan fuerzas para saltar!!
Conforme nos vamos acercando a final de la etapa, Ángel se va encontraba mal. Estomago revuelto, ganas de vomitar, seguimos adelante. Aunque a veces el cielo está cubierto, hace calor.

subidita hacia el punto de control


Mitad de la carrera, ¡¡Hecha!!


Llegamos a la última subida, muy empinada para entrar en el pueblo, pero sabemos que el descanso está ya ahí. Entramos en el pueblo y nos encontramos una sorpresa, sobre todo Alberto, su mujer y su hijo han venido a animarle!!

Esto si que da fuerza!!


Fichamos en El Berruco a las cinco de la tarde en punto. Llevamos ya 8 horas de carrera. Este tramos lo habíamos hecho en 2 horas y 8 minutos, habremos corrido unos 5 km. de los casi 13. Sólo nos quedaba la mitad!


Aquí la parada fue un poco más larga. Por una parte Ángel seguía sin encontrarse bien, llegando incluso a vomitar, que fue lo que le hizo recuperarse, y Alberto andaba con su niño venga a comer chuches (ambos dos) del avituallamiento. El resto estirando, reponiendo fuerzas, cubo de agua en los pies, etc. Cuando Ángel se encontró mejor, seguimos adelante.

Tramo 4: 10,72 km. - El Berrueco - La Cabrera. 61,42 km. acumulados


Bueno, pues había que seguir, con Angel medio recuperado y Alberto con la adrenalina por las nubes por la alegría de ver a su familia y las “cienes” de chuches que se había comido a medias con su hijo, partimos, o eso intentamos, porque no estaba muy claro por donde salir del pueblo, incluso tuvimos que preguntar a unos lugareños que nos indicaron por donde habían visto pasar a otros corredores. En mi opinión, este es un punto de mejora para próximas ediciones, las salidas de los puntos de control estaban poco claras, si bien es verdad que teníamos las indicaciones en el roadbook, ni se nos ocurrió mirar (además de que no llevaba las gafas de cerca, y ya voy teniendo una edad…).


Este tramo era durillo, prácticamente todo era subida. Aunque no había grandes rampas, en algunos tramos el terreno era complicado, incluso hubo algún resbalón que terminó en lesión de un dedo de la mano de la capitana del equipo (y menos mal que siempre voy pendiente de ella y la enganché del brazo, si no al río va, jajaja).

Sierra de la Cabrera al fondo


en otras etapas predominaba el amarillo, en esta el morado


otro hito alcanzando, ¡¡A por el próximo!!


rocas curiosas


Zona peligrosa


refrescando el dedo maltrecho


Ya se notaba mucho el cansancio, las constantes bromas y risas que traíamos a lo largo del camino iban disminuyendo. Buscamos una motivación para seguir adelante, en este tramo era clara, en la cabrera nos esperaban los fisios!! Y por si fuera poco, pensamos el menú: un bocata de tortilla de patata que nos habían traído nuestro equipo de asistencia, bravo!!

bueno, bueno, además de creer hay que correr


Los kilómetros se van notando


A las siete y veinticinco de la tarde llegamos a punto de control de La Cabrera. Llevábamos 10:24 minutos de carrera y 61 km en las piernas, ahora tocaba pasarse por los fisios y dejarse amasar las piernas.

rato de descanso y relajación 


Esta parada fue larga, de una hora. Pasamos por los fisios, cenamos el bocata de tortilla acompañado de una cerveza, joer que bien nos supo!! Descansamos, pasamos un buen rato de risas con el equipo de asistencia y familiares, Ángel que seguía con el cuerpo un poco revuelto pasó por el médico que le puso un “chute” de algo, no sabemos de qué (posiblemente EPO porque no veas que ritmo llevaba después)… y en previsión de la noche metimos en la mochila frontal y ropa de abrigo.

Tramo 5: La Cabrera – Bustarviejo. 12,22 km. - 73,64 km. acumulados


Salimos de La Cabrera. Este tramo volvía a ser difícil, era el de mayor desnivel positivo de todos. Nada más salir del punto de control ya nos encontramos la primera subida fuerte, una carretera asfaltada que nos llevaba siguiendo un vía crucis al convento de San Antonio y, por si fuera poco, empalmaba después con una senda trialera muy complicada para cruzar la Sierra de La Cabrera. Según subía agarrándome a las rocas iba pensando como pasarían este tramo los que vinieran detrás con menos experiencia y ya entrada la noche…

Joer, donde fueron a poner el convento!, menuda cuesta!

zona trialera con algunos pasos complicados


Vista desde uno de los punto más altos del recorrido


una bajadita, menos mal


Ya se divisa civilización, debe ser Valdemanco, pero la bajada tampoco está para muchas alegrias


de nuevo a subir, ya cayendo la noche


solo faltan 30!


Después una bajada que aprovechamos para trotar y de nuevo otra fuerte subida hasta El Robledal, una urbanización ya cercana al destino donde habían desparecido las balizas. No sabíamos por dónde tirar, no encontramos señalización. Ya había oscurecido e intentando determinar el camino a seguir, fueron llegando dos o tres equipos más. Llamando a los equipos de asistencia y con ayuda de mapas GPS en el móvil avanzamos los 200 o 300 metros “a oscuras” para encontrar balizas de nuevo, así como a una persona de la organización a la que comunicamos el hecho.

A las once menos diez llegábamos al punto de control en el polideportivo de Bustarviejo. Llevábamos 13 horas y 53 minutos de carrera y 73,6 km. hechos. Ya era noche cerrada y hacia un viento frió.
En esta parada también echamos un rato largo, más de 40 minutos, algunos repetimos fisio (ya que estaban, no los íbamos a desaprovechar), nos cambiamos de ropa y pusimos ropa de abrigo, cenamos, aunque ya poco entraba en el cuerpo y ahí descubrimos el enigma del estómago de Ángel. Al ir a comer la pasta nos dimos cuenta de que estaba estropeada, había fermentado en el coche, de ahí que Ángel, el único que había tomado pasta en la comida se hubiera puesto malo, el resto habíamos comido arroz!!
Café, curas los que ya llevaban los pies perjudicados y a seguir a por el último punto de control antes de la meta.


Tramo 6: Bustarviejo - Garganta de los Montes. 13,73 km. - 87,37 km. acumulados


Este tramo lo conocía del año pasado, dos subidas muy duras y sus dos bajadas hasta llegar a Garganta de los montes. 


Era noche cerrada, ir con los frontales te aísla del entorno a un círculo de luz delante de los pies. Un poco mareante ir mirando al suelo constantemente como las piedrecitas van pasando. Las rampas eran duras, y se hacen más duras con 70 kilómetros en las piernas. El silencio se rompía cada vez menos.

Circulo de luz en la oscuridad

Estos son los peores momentos, cuando te vienen a la cabeza pensamientos negativos de qué haces aquí pudiendo estar cómodamente en tu cama o tomándote una copa. Es cuestión de seguir dando pasos, de no parar, de continuar, cada paso que das la meta está más cerca, por pequeño que sea el paso. Aún sacamos fuerzas hacer gran parte de las bajadas trotando, aunque los ritmos eran muy bajos, miraba el reloj y marcaba sobre 7:30’/km.

los kilómetros van pasando, esto no hay quien lo pare


Al menos la última parte es en bajada y ver las luces del pueblo a lo lejos anima un poco. Un último empujón y nos ponemos en el último punto de control en Garganta de los Montes pasadas las dos y diez de la madrugada. Llevamos 17 horas 12 minutos de carrera y 87 km. en el cuerpo.

Llegando a Garganta de los Montes, último punto de control



Ya no entra nada en el cuerpo, tomamos caldo, algunos seguían con las chuches aunque ya no estaba el niño, jejeje. Nos sentamos, descansamos, hacemos cálculos, vamos ya muy cansados pero nos quedan 12, 6 km. y si lo hacemos en dos horas y media llegaríamos a meta en menos de 20 horas, y los cuatro!! Nos parece una buena marca y muy posible, o no…
…Al levantarme de la silla me empiezo a marear, me salgo fuera al fresco pero sigo igual. Me siento en el suelo, así no puedo seguir, tengo que esperar. Parece una bajada de tensión o de azúcar o de algo. Sé que es cuestión de esperar un poco y tomar algo de sales, chocolate, me dan de todo mientras se descojonan a cuenta de la “pasta con hongos” del menú del mediodía, al menos mantenemos el sentido del humor.


Tramo 7: Garganta de los Montes – Lozoya. 12,63 km. – 100 km. acumulados


Creo que se me ha pasado, salimos, aunque tenemos que volver a parar porque uno descubre que los pies le arden, se pone algún apaño y salimos otra vez despacito. 


El camino es el mismo que en la primera etapa pero en sentido contrario. Ahora no vemos ni el río Lozoya ni el embalse, solo el circulo de luz delante de nuestros pies. El silencio es ya casi permanente.
Ya no podremos bajar de las 20 horas, aunque trotamos algunos metros por un camino asfaltado, el ritmo ya es muy lento, pero al menos tenemos que ganar al sol, tenemos que llegar antes de que amanezca!! Siempre hay que buscar una motivación que ayude a seguir.

andando en la oscuridad


Últimos 5!!



El terreno es muy malo en algunos tramos, muchas piedras, los pies ya nos están para excesos (sobre todo los que los llevan encapsulados en zapatillas, los míos en sandalias tan frescos, jejeje), se hacen largo este último tramo pero llegamos a Lozoya. El pueblo está en absoluto silencio. Empezamos a callejear y poco antes de la meta encontramos el coche de asistencia con los asistentes dormidos dentro. Les espabilamos para que nos acompañen a meta. Abren un ojo, se lo piensan, dudan si volverlo a cerrar, pero finalmente vienen, jajaja y a las cinco y ocho minutos de la mañana entramos en meta después de 20 hora y 8 minutos de carrera
¡Habíamos conseguido llegar todos, antes que el sol!!

Entrando en meta!!

El equipo completo, 20 horas y 8 minutos!

Post-meta:

Tras cruzar la meta te vienen a la mente muchos sentimientos: Satisfacción, emoción, y mucho relax de saber que se acabó el esfuerzo. Mucha alegría compartida con todo el equipo, han sido muchas horas de compartir historias, risas, esfuerzo, motivación, y algún momento duro.  Agradecimiento al equipo de apoyo por ocuparse de nosotros y posibilitar que llegáramos a meta. Gracias también a todos los que donaron directamente o nos compraron papeletas para el jamón!!.
El reto solidario, el importante, el de conseguir los 1.500 euros de donaciones para los que de verdad lo necesitan lo conseguimos hace tiempo, un poco más incluso, 1.810,20 €. Ahora acababamos de conseguir el reto deportivo y de equipo, recorrer los 100 km. Habíamos conseguido llegar el equipo completo, hacer una buena marca y pasárnoslo bien,  qué más se podía pedir... … Pues una botellita de cava para celebrarlo!!

La botellita de cava no podía faltar!!


En mi caso, es la segunda vez que termino la carrera con sandalias (el primer año la hice con zapatillas minimalistas) y de nuevo vuelvo a llegar con los pies cansados, sucios, pero SANOS. Zero ampollas, Zero rozaduras, Zero uñas negras. Gracias también a Enix Sandals por mandarme este nuevo modelo en primicia para la carrera, Jordi, van de lujo!!

Pies perfectos!


Durante la segunda mitad de la carrera uno empieza a pensar si tiene sentido estar ahí, te vienes dudas a la cabeza de si hacía falta hacer esto.


Cuando uno termina, se siente satisfecho, pero dudas que lo vuelvas a hacer.
Cuando escribo esto, cinco días después de la carrera, ya estoy dando vueltas a la cabeza sobre que cambiar, que mejorar para el año que viene poder bajar de las 20 horas. ¿Es esto una enfermedad?
Aunque la clasificación en esta carrera es lo de menos, según los datos publicados por la organización nuestro equipo “Vaso por Paso” ha quedado en la posición 19 de 170 equipos inscritos, y la componente femenina del equipo corredor, la capitana, ha sido la sexta chica en llegar a meta, ¡¡A sus cincuenta y…!!
Ay señor, jubílame pronto!!



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