
Hoy vengo con toda la felicidad del mundo a contarles mi experiencia viendo la puesta en escena mexicana del musical de Los Miserables (el montaje del 25° aniversario), producida por Ocesa y estrenada el pasado mes de Marzo en el Teatro Telcel de la Ciudad de México (recinto donde anteriormente se ha podido disfrutar de Wicked y El Rey León).
Pero antes, un poco de historia sobre mi relación con la obra de Victor Hugo:

Y entonces, oh sorpresa, ese cuándo llegó este mes. Después de saber que tendría la oportunidad de ir a ver esta producción me animé a continuarle. Milagrosamente recordaba bastante bien la historia hasta donde me había quedado (así de buena y memorable es), por lo que no me fue difícil volverle a agarrar el hilo. Actualmente voy por la mitad y todo va perfecto, espero esta vez llegar al final sin más interrupciones.
Ahora bien, en cuanto al musical, todos estos años lo estuve evitando al igual que cualquier otra adaptación porque según yo primero quería terminar el libro. Sólo conocía I dreamed a dream gracias a Glee
Así fue como llegué al teatro: habiendo leído la mitad de la novela, enamorada de la música y con altas expectativas.

Ahora sí, hablemos de Los Miserables Mx.
Escenografía (!!!), vestuario, movimiento, orquesta, voces, iluminación, proyecciones (de los diseños originales de Víctor Hugo)... todo espectacular y majestuoso de principio a fin. En serio, la calidad es impresionante, dije que mis expectativas eran altas y de inmediato fueron superadas, no estaba preparada para toda la perfección que mis ojos y oídos captaron. So. Friggin'. Beautiful. Mi más grande admiración a todas y cada una de las personas al frente y detrás por conseguir que la magia se haga presente función tras función. Bravo, bravo y bravo, me hicieron sentir de todo.

Sobre la adaptación al español, me suele pasar que siento que al hacer el cambio de un idioma a otro las letras no fluyen, provocando que suenen medio forzadas y superficiales. Pues me alegra decir que este no fue el caso: me encantó, me parece que en su mayoría se siguió la versión española con unos que otros cambios y en mi opinión suena maravillosamente bien.
Ya mencioné que lloré con "El sueño que soñé" pero en realidad desde el principio estuve con los ojos llorosos porque todo era muy bello, luego ya logré calmarme un poquito para después hacia el final (desde "Sálvalo" / "Bring him home") terminar exactamente así:

Sobra decir que salí fascinada, todo resultó en una experiencia de lo más bonita e inolvidable. Además se trató de mi primer musical así, en un teatro, en vivo y a todo color, desde las producciones locales que cuando estaba en la primaria me llevaron a ver... (porque si uno no vive en el EDOMÉX o la CDMX las opciones son escasas, amigos). Comprenderán lo emocionada que estaba, y más teniendo en cuenta que en los últimos años mi amor por este género ha alcanzado niveles altos altísimos.
En conclusión: si se preguntan si vale o no la pena el boleto o viajar para ir a verla si tienen la oportunidad, SI, SÍ LO VALE, TOTALMENTE, ¡VAYAN! [Aquí tienen una probadita].