Oymyakon, el lugar habitado más frío del mundo

Publicado el 24 enero 2013 por Husmeandoporlared @husporlared
¿Te quejas de que tienes frío? Pues da gracias de que no vives en Oymyakon, el lugar habitado más frío del mundo.
En enero pueden estar en Oymyakon a -50ºC  durante semanas, de ahí que sea conocido como el pueblo más frío del mundo.

La temperatura más baja jamás registrada en Oymyakon  fue de... ¡-71,2 º C! en 1926. Si, has leído bien y no se trata de una errata: setenta y uno coma dos grados bajo cero.
En esta pequeña ciudad ubicada a siete mil kilómetros de Moscú, en la república de Yakutia, viven 2300 personas que resisten los fríos más extremos del planeta. Y de hecho, durante los largos nueve meses de invierno en Oymyakon, es muy frecuente que el tiempo se mantenga alrededor de los 60 grados bajo cero.

El nombre Oymyakon significa, irónicamente, “agua que no se congela” y se debe a la presencia de aguas termales próximas al pueblo, gracias a las cuales se fundó la ciudad.

Oymyakon se encuentra en un valle rodeado de enormes montañas que hacen de pantalla e impiden que el frío aire polar pueda circular, produciendo así las bají­simas temperaturas antes descritas, pero que resulten relativamente soportables debido a la falta de viento, lo que no acentúa aun más la sensación térmica de frío.


Lo que hasta principios del siglo XX no era más que un lugar de crianza de renos, con el apogeo del régimen soviético se convirtió en una ciudad muy bien provista, ya que las montañas de la región son sumamente ricas en oro, plata, platino y otros metales preciosos. Sin embargo, casi nada queda para la ciudad de esa riqueza mineral, y la mayoría de los pobladores de Oymyakon se encuentran apenas por encima del límite de pobreza.


Por otra parte, con la caída del comunismo el interés por ese remoto enclave siberiano disminuyó notablemente, y ahora la ciudad de Oymyakon sobrevive sólo gracias a sus recursos locales (en especial, ganadería  caza y pesca) y por haberse convertido en un centro turístico para aventureros y excéntricos.


Para llegar a Oymyakon hay que transitar por la llamada autopista de Kolyma, una vía de comunicación construida  por orden de Stalin, utilizando como mano de obra a presos políticos. Cada 30 kilómetros había un gulag. Los presos solían durar con vida unos tres meses, debido a las extremas condiciones en las que mal vivían  Se les enterraba bajo la calzada. Se dice que dicha carretera tiene un muerto bajo ella cada cuatro metros, por eso esta autopista también es conocida como la "carretera de los huesos".


Hasta el año pasado en las escuelas no había calefacción. Los niños, unos 300, recibían las clases con el abrigo puesto.
Tan sólo se suspenden las clases cuando el termómetro llega a -52ºC.


Hace tanto frío que cuando se pesca algún pez, éste queda casi inmediatamente congelado, apenas ha salido del agua. La leche no se vende en botellas. Se vende en bloques, como ladrillos, por supuesto, es leche congelada. Los sótanos de las casas son como unos inmensos congeladores. Durante todo el año la temperatura es estable en esos sótanos, nunca sube de 10 o 15 grados negativos.



Últimamente se ha puesto de moda un tipo de turismo extremo. Hay quien paga por saber que es lo que se siente al estar a más de 50 grados bajo cero. Incluso se extiende un certificado por parte de las autoridades municipales dónde se certifica la temperatura a la que se ha estado.





Uf, y yo quejándome de que ahora mismo, 24 de enero a las 00:30, estemos en la calle a 10ªC. Por supuesto, sobre cero.