Este fin de semana en Bilbao era para quedarse en casa. Para quedarse con tu pareja en casa (ay si yo de eso no tengo!! y lo más cercano, S sigue desaparecido en combate...) viendo una película y comiendo pizza de esas que te traen a casa.
Pero yo, pues soy de Bilbao, y ni el frío, ni el viento, ni el medio granizo-lluvia-nieve-lo-que-sea hicieron que me quedara aburrida en casa, sobre todo por que el plan propuesto no estaba nada mal: cena en el Ozio Arizona y partida de Bingo! Y ahora es cuando os reís, y no por jugar al bingo, sino por que nunca lo he hecho, y oye, me pareció algo de lo más original!
Dicho y hecho, allí nos presentamos el grupo de amiguetes, y lo primero fue pedirnos el DNI. ¿El DNI? ¿Para cenar? pues se ve que la normativa no deja ni que los menores entren siquiera al comedor, o se acerquen a la barra, y me pareció hasta bien: por fin un sitio tranquilo en el que no vas a oír gritos de niños mientras cenas, o lloros desconsolados. Y no es que esté en contra de los niños, es que a esas horas, lo enanos deberían estar en la cama, y sus queridos papás, con ellos. O si acaso, tomarse un día de descanso, y venir solitos.
Ya en la mesa, se nos acercó una camarera para ofrecernos la carta (esta vez no íbamos a comer menú de cena, sino unas hamburguesas y listo) y ahí nos vino el dilema: tenían todas una muy buena pinta, así que casi casi lo hicimos a sorteo. Para mí, gran amante del queso, la Golden Arizona una hamburguesa con un ligero sabor ahumado, y aguacate, un punto muy original y distinto a las hamburguesas que nos encontramos en la city. Acompañando a la hamburguesa, unas patatas con alioli de miel, y un gran detalle: los pepinos, fuera de la hamburguesa, para quien quiera, que se los ponga dentro!
A mitad de la cena tuvimos un pequeño incidente con el aire acondicionado, y es que estos días que andamos con 2-3 grados no nos apetecía cenar con el aire acondicionado puesto, así que tuvimos que avisar a los camareros para que lo arreglasen! Una vez que volvimos a la temperatura adecuada, con el aire más cálido llegó el postre: tarta de chocolate y galletas, con helado de sabor desconocido ( pero agradable!)
Al acabar la cena, estabamos todos como locos por ir a echar unos cartones, que para eso habíamos ido al Ozio Arizona: para jugar al bingo! Así que menuda desilusión nos llevamos cuando al traernos la cuenta, le preguntamos a la camarera para entrar a jugar y nos dice que estaba cerrado. Desconocemos el porqué, pero desde luego, si no se puede jugar al bingo, no deja de ser entonces un local en el que sirven cenas, y hay maquinas tragaperras.
PD: desde la ultima vez que fuimos a tomar algo, no he vuelto a saber nada de S, ni una llamada ni un SMS, nada.
OZIO ARIZONAwww.ozioarizona.comc/ Gran Via 73. Bilbao
Un espacio amplio, con una decoración que deja a todos con la boca abierta: la lampara de cristales es impresionante! Nosotros nos reunimos para una cena informal, pero con un toque especial: las hamburguesas y sandwiches, con ingredientes como el jamón ibérico de bellota, queso idiazábal, roquefort, aguacate, alcaparras...y postres muy elaborados que hacen que no tengas que ir ni a un MacDonalds de centro comercial, ni a un restaurante donde comerse la hamburguesa con cuchillo y tenedor. No esperaba menos de la cocina del Arizona, sabiendo que al frente está el equipo del restaurante Kikara (c/Iparraguirre 23, Bilbao). Bueno, un "pero" para las patatas: tanta delicadeza con la hamburguesa, y luego las patatas son congeladas??Quizás el atractivo de este restaurante y el principal gancho, que era el bingo, y por el cual habíamos ido hasta casi el final de la gran vía bilbaína, nos desilusionó saber que no estaba abierto, al menos en fin de semana. Por ello, me quedé con un sabor algo amargo, por que si el antiguo Bingo Arizona, no se oye ningún "BINGO!" ni una triste "LINEA!", ¿para qué lo anuncian?