P. Juan Julio Wicht, S.J., rehén voluntario, peruano ejemplar.

Por Joseantoniobenito

Esta madrugada dejó de existir a causa de un coma diabético el padre <<...>> Rossel, quien fue rehén en la Embajada de Japón que fue tomado por el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) en 1996.
Los restos del sacerdote son velados en el Salón Parroquial de la iglesia Nuestra Señora de Fátima de Miraflores, mientras que la Misa de Cuerpo Presente se realizará este sábado desde las 3 de la tarde.
 Enterados de la noticia, el Pleno del Congreso guardó un minuto de silencio por el deceso del sacerdote y destacado economista, quien tuvo un importante rol en momentos difíciles para el país,
 En esa oportunidad, el padre Wicht decidió quedarse como uno de los rehenes, pese a que entonces estuvo en la lista de quienes serían liberados.
 “Fue un sacerdote extraordinario y pude verlo en su máxima expresión cuando estuvo voluntariamente con nosotros en la embajada de Japón”, señaló Luis Giampietri, primer vicepresidente de la República y congresista.
 Witch, profesor de la Universidad del Pacífico, nació el 18 de abril de 1932, en Salaverry, Trujillo.
 Posteriormente a su experiencia como rehén del MRTA, publicó su libro "Rehén Voluntario, 126 días en la Residencia del Embajador del Japón", en 1998.
http://www.periodismoenlinea.org/201003126342/Noticias/Fallece-el-padre-Juan-Julio-Wicht-ex-rehen-del-MRTA.html

Le conocí en una conferencia del InstitutoRiva Agüero acerca de la Deuda Externa del Perú y la Doctrina Social de la Iglesia. Me impresionó su profesionalismo y el testimonio sencillo de su fe. A pesar de la gran fama cobrada tras permanecer como rehén voluntario en la Embajada del Japón a riesgo de morir, nos saludaba cordialmente a todos.

Desde la Universidad del Pacífico ha formado a centenares de profesionales en el mundo de la economía, la administración, pero siempre con el sello de la ética, del Evangelio.

Cuando años atrás Perú acometió su cruzada por los valores, propuso al P. Juan Julio Witch escribiese un mensaje sobre la HONRADEZ. Las transcribo como homenaje a su trayectoria que hoy honra al Perú y a nuestra Iglesia:

      “El viejo dicho castellano dice: soy pobre pero honrado. ..La honradez de la persona tiene varias dimensiones: hay que ser honrado consigo mismo, con la familia, con la empresa, ,con la sociedad, con el Estado y con Dios...En estos tiempos hay toda una campaña contra la corrupción. Se han creado organizaciones internacionales y se organizan congresos para tratar el tema. Sin embargo, tenemos que señalar que las medidas extremas, como las denuncias, multas o la cárcel no evitan la corrupción. La única forma de combatirla es actuando con honradez.

      Y actuar con honradez es proceder con integridad según nuestra conciencia. Si creemos en Dios debemos oír y obedecer sus preceptos, de diversos modos, el Señor siempre nos exige honradez”.